Blanc y Gourcuff guían al Girondins al título

Si hay que buscar un antecedente remoto al caso de Guardiola en el Barcelona se podría encontrar uno en el de Laurent Blanc. La temporada pasada el Girondins de Burdeos le dio plenos poderes confi ando en su excelente palmarés como futbolista, ya que no acreditaba ni un minuto de experiencia en un banquillo, y en el carné de entrenador recién obtenido. Y estuvo a punto de arrebatarle el campeonato liguero al entonces todopoderoso Lyon, que acabó sumando su séptima liga consecutiva.

A diferencia de Guardiola, Blanc ha tenido que esperar una temporada para estrenar su palmarés. Ayer su equipo se proclamó campeón de la Ligue 1 logrando así el doblete, ya que antes habían ganado la Copa de la Liga. El título llegó gracias a la victoria conseguida sobre el Caen, al que condenó al descenso. Gouffran marcó el único gol del partido, lo que convirtió en inútil la goleada del Marsella sobre el Rennes (4-0), que necesitaba que los bordeleses no sumaran ningún punto para ser campeones.

El Girondins se lleva el título gracias a un fútbol equilibrado (ni tan ofensivo como el Barcelona de Guardiola ni tan aguerrido como el Madrid de Juande Ramos) y, sobre todo, al buen hacer de Gourcuff, nombrado mejor jugador del año en Francia. El mediapunta ha logrado 12 goles y ha participado en la mayoría de los tantos de Chamakh y Cavenaghi, que han sumado 13 goles, lo que les convierte en los pichichis del campeón galo.