El día de las despedidas

El gol de Perotti en el último minuto ante el Deportivo convirtió en un trámite la cosa de hoy. El partido recuerda las sensaciones de ese último día de escuela destinado a repartir las notas finales. El Sevilla acude relajado, consciente de sus buenos resultados y dispuesto a disfrutar de una jornada festiva. Le espera un verano apasionante por delante. El Numancia sabe que deberá presentarse en septiembre, porque el empeño no le sirvió para pasar limpio.

Será un día para probaturas sevillistas, aunque sea en bermudas y chanclas, y despedidas locales. Es el momento de decir adiós a otra aventura en la elite. Lo hará sin dramas, asumiendo su papel de equipo ascensor y sin tiempo que perder. Un buen número de futbolistas no parece que entren en los planes de futuro, en el que vuelve a tomar protagonismo Arconada, que esperará el pitido final para activar la operación retorno. Pacheta hará cambios, obligado por las bajas de Palacios y Brit, sancionados, Juanra, Goiria y Del Pino, lesionados.

Jiménez dejó en Sevilla a medio equipo titular. Aprovechará para comprobar el estado de Koné, Chevantón y Acosta, lesionados casi todo el año. De la evolución de estos jugadores dependerá la planificación de los puestos ofensivos. A Soria viajaron los chavales Armenteros y José Carlos, que disfrutarán del caramelito. En el Sevilla también habrá cierto sabor a despedida, ya que jugadores como Dragutinovic, Chevantón o Mosquera pueden marcharse este verano. Veremos. Ajenos a la lucha infernal que se desencadenará a partir de la siete de la tarde, Sevilla y Numancia cerrarán sus temporadas. El fútbol no tiene memoria y ambos equipos piensan ya en el futuro. Esto no para.