"No jugué en las semifinales, pero nunca se sabe..."

Se dice que no le gustan las celebraciones, que prefiere irse a casa a tomarse una taza de té a, por ejemplo, saltar y abrazarse a sus compañeros en Moscú: fue el primero en llegar al autocar.

Quería irme a casa, no tenía muchas ganas de estar más rato en el estadio. Me encanta tomar una cerveza con los amigos, prefiero eso a salir en los diarios por cualquier escándalo.

¿Qué le queda por hacer tras sus 16 años en el primer equipo del Manchester?

Regresar al equipo titular. El entrenador no me ha dicho nada, no sé si jugaré la final. Creo que no seré titular, ni siquiera participaré. No jugué en las semifinales, pero por supuesto nunca se sabe.

¿Le está costando adaptarse a los límites de su cuerpo?

No consigo tener tantas oportunidades de gol como antes, no subo tanto. Todo eso me frustra, me molesta. Quiero ayudar tanto como pueda y no hay mejor ayuda que marcando goles.

Usted se perdió la final de Barcelona por una amonestación.

Fue muy difícil. Estás feliz por los compañeros, pero no tanto como si hubieras jugado tú.

Pero el año pasado Ferguson dijo que la alineación de la final contra el Chelsea empezaba con usted.

Estaba en forma, marqué contra el Barcelona. Tenía buenas razones para escogerme y no creo que le defraudara.