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Messi marca en la final y termina como máximo goleador del torneo

El delantero del FC Barcelona Lionel Messi marcó el segundo tanto en la victoria de los azulgrana sobre el Manchester United en la final de la Liga de Campeones para finalizar como máximo goleador de la competición con nueve tantos.

El ariete argentino selló su primera participación en una final de la máxima competición continental con el gol que cerró la victoria, remantado de cabeza un gran centro de Xavi desde la banda derecha. Su aportación en la fase de grupos fue fundamental con cinco tantos, y contra el Bayern Múnich sería el encargado de abrir el camino hacia las semifinales.

En segundo puesto quedaron el capitán del Liverpool, Steven Gerrard, y el delantero muniqués Miroslav Klose, ambos con siete goles. En el tercer escalón quedó Lisandro López, con seis, mientras que otro componente del equipo campeón, Thierry Henry, aparece también entre los cinco mejores con cinco tantos en la presente edición de la competición.

El Barcelona, equipo más goleador del torneo

El FC Barcelona ha conquistado su tercera Liga de Campeones siendo además el equipo más goleador de la competición (32) y manteniéndose invicto en las eliminatorias a doble partido, ya que sólo perdió su intrascendente último partido de la fase de grupos y el de la vuelta de la fase previa ante el Wisla Cracovia (1-0).

Los blaugrana, como han demostrado a lo largo de la temporada, practican un fútbol de ataque basado en el toque rápido del balón. Gracias a la destreza de sus creadores, sobre todo de los canteranos Xavi e Iniesta, y a la precisión del tridente Messi, Eto''o y Henry, han maravillado a Europa con su juego.

El histórico triunfo del Barça en el Olímpico de Roma ha ensalzado la regularidad exhibida por los catalanes en las diferentes eliminatorias, lo que les ha servido para llegar a la sexta final de ''Champions'' en los 110 años de historia del club blaugrana, además de una fase de grupos en la que tan solo se relajaron cuando tenían la primera posición asegurada.

En un grupo asequible, junto a Sporting de Portugal, Shakhtar Donetsk y Basilea, los de Guardiola acabaron con 13 puntos -fruto de 4 victorias, 1 empate y 1 derrota-, logrando la clasificación como primer cabeza de serie. Con las contundentes victorias sobre Sporting (2-5) y Basilea (0-5), consiguió las más importantes en las dos primeras jornadas, cuando venció a portugueses y ucranianos por 3-1 y 1-2 respectivamente. Cedió dos puntos en el empate a uno contra los suizos, en el Camp Nou, y otros tres ante el Shakhtar (2-3).

En octavos de final, los blaugrana fueron capaces de hacer bueno el empate a uno conseguido en el Gerland ante el Olympique de Lyon, pues en el Camp Nou consiguieron un 5-2 gracias a una de los mejores primeros tiempos de la temporada por parte de los jugadores blaugrana. Sólo la calidad de Juninho evitaron una derrota mayor para los franceses.

Así pues, los catalanes llegaron a los cuartos de final con la moral por las nubes, aunque el rival, el Bayern de Múnich, era de mucha entidad. Quizá por ello los blaugrana salieron a por todas, y desmontaron la casi inédita defensa bávara (4-0) -con importantes ausencias, entre ellas la de Lucio- con dos rápidos goles de Messi y Eto''o, a los que seguirían los conseguidos por Messi, de nuevo, y por el francés Henry para sellar el partido a la media parte.

En la vuelta, los blaugrana dominaron el tiempo del partido, conocedores de que la renta era muy buena. Ni siquiera el gol de Ribéry a los dos minutos de la reanudación inquietó a los blaugrana, que se hicieron de nuevo con el balón y consiguieron empatar el partido con un excelente gol de Keita tras jugada colectiva.

Contra el Chelsea inglés, en semifinales, el panorama cambió. Por primera vez en esta Liga de Campeones, a excepción del partido de la tercera fase de clasificación ante el Wisla Cracovia (1-0 en contra), el Barcelona se quedó sin marcar. Además, el mérito fue doble pues en el Camp Nou nunca un visitante había dejado su puerta a cero.

Milagro Iniesta y exhibición en la final

Por ello, pese a dominar el partido, la eliminatoria se decidió en Stamford Bridge. En una noche complicada para los azulgrana porque siempre fueron a remolque como consecuencia de un tanto de Michael Essien, la gesta la protagonizó Andrés Iniesta, con un gol en el descuento que dejaba al Barça en la final de Roma.

Y en el encuentro más esperado de toda la temporada, el FC Barcelona se mantuvo fiel a su estilo de toque y fútbol ofensivo, venciendo por 2-0 y desbancando de forma inapelable al actual campeón, el Manchester United, que llegó a Roma como favorito y se marcha derrotado (2-0), reconociendo la superioridad del nuevo rey de Europa.