Iniesta y Xavi guían al campeón

LIGA DE CAMPEONES | Barcelona 2 - Manchester Utd. 0

Iniesta y Xavi guían al campeón

Iniesta y Xavi guían al campeón

AP

Valdés: De inicio pareció algo más inquieto que de costumbre, pero no tardó en alejar los nervios y una vez recuperada la calma se mostró seguro. Salió tocado en un choque con el surcoreano Park. Siguió muy atento el juego hasta el punto de que con frecuencia hizo las funciones de libre.

Puyol: Impecable. Estuvo perfecto en el lateral derecho y todos los que osaron atacarle, Rooney, Park o Cristiano, acabaron rendidos al capitán, que todavía tuvo tiempo de lucirse en ataque.

Touré: La necesidad le obligó a actuar como central. Solvente en su trabajo defensivo, sacó el balón jugado desde la cueva y no tuvo miedo en arrancar desde atrás con la pelota controlada. Como si el Barcelona no tuviera suficientes variantes para dar salida al balón, Touré le ofreció una más. Tiene la virtud de no complicarse nunca la vida, de no ir más allá de donde debe.

Piqué: Excelente. Dio un recital de anticipación, de colocación, de poderío físico y transmitió una confianza y una seguridad más propias de un veterano que de un joven que tiene toda su carrera por delante.

Sylvinho: Su participación en ataque fue intrascendente. En defensa cumplió con profesionalidad y gracias a las ayudas de sus compañeros, lo que le permitió no sufrir ni ante Park en la primera parte ni contra Rooney en la segunda.

Busquets: Más allá de su gran trabajo, hay que valorar la personalidad que demostró en una final de Copa de Europa un futbolista que un año atrás sólo pisaba los campos de Tercera División. Ayudó en labores de contención, como si de un defensa más se tratara, y fue de los primeros en presionar arriba. Demasiados metros para recorrer, pero todos los ocupó con criterio. Y con el balón en los pies no es un cualquiera. Sergio Busquets es, sin duda, uno de los grandes descubrimientos de la temporada.

Xavi: El eje sobre el que se mueve todo el Barcelona. Un fenómeno, la luz que guía todos los pasos de su equipo. Un artista solidario, que trabaja para recuperar el balón. Xavi no juega, dibuja obras de arte. Este Barcelona es un equipo de autor, pero de un autor doble. De Guardiola y de Xavi. Fue el dueño del balón durante casi todo el partido, fue el dueño de la final.

Iniesta: Le costó entrar en juego, quizá por las dudas que le ofrecía su estado físico. Cuando se olvidó de ello, nos regaló toda la sutileza y toda la sabiduría que caben en ese cuerpo de apariencia frágil, pero que esconde una enorme fortaleza. Forma una sociedad perfecta con Xavi y Messi. Supo leer el encuentro con su habitual inteligencia y tuvo la virtud de atacar al United siempre por donde más daño le podía hacer. Fue el único que se atrevió a encarar, el que tuvo las ideas más claras, junto a Xavi.

Messi: Se movió más por el centro que por la derecha. Tardó en aparecer y se mostró demasiado intermitente. Casi nunca estuvo a la altura de su clase, de lo que se espera en una final de la Copa de Europa de uno de los mejores jugadores del mundo, hasta que a falta de 20 minutos elevó su cuerpecillo para cabecear un pase de Xavi y firmar el segundo gol del Barcelona.

Etoo: Todas las finales tienen un héroe, que no siempre es el mejor, sino el que aparece en los momentos decisivos. Etoo será uno de los héroes de esta final, porque a los diez minutos, cuando el Barça parecía más incómodo, surgió para marcar el primer gol de la noche y dar un giro definitivo a la final.

Henry: No hubo noticias de él hasta el minuto 25 y no volvió a mostrarse hasta el 48, cuando falló un mano a mano ante Van der Saar. Fue el peor del Barcelona y su aportación fue intrascendente.

Keita: Sustituyó a Henry a falta de 20 minutos. Dio oxígeno al equipo en el tramo final del partido.

Pedrito: Ocupó el sitio de Iniesta en el tiempo añadido. Segundos de juwego que le concedió Guardiola y que al canterano le supieron a gloria.