Llorente decanta un derbi sin premio de Champions

El Villarreal hizo sus deberes aunque sólo le sirvió para llevarse todos los premios de consolación: sigue manteniendo una opción de jugar la Champions si el Atlético pierde en la última jornada y los amarillos ganan en Mallorca. Improbable, pero posible. Además vuelve a ser el primer equipo de la Comunidad Valenciana y han atado su participación en la Copa de la UEFA. Temporada brillante para los de Pellegrini, por el fondo y la forma, mientras que el Valencia ha defraudado en esta recta final, echando por tierra su reacción, despidiéndose de la Liga de Campeones y dejando una pobre imagen de no saber bien a qué intenta jugar. Ni resultados, ni filosof triste final sin fe.

Joseba Llorente se anotó el primer round con dos goles que ponían de manifiesto el desastre del sistema defensivo valencianista, especialmente por el costado izquierdo, donde Javi Venta rejuveneció una década para cabalgar y asistir por dos veces al ariete vasco. Los de Emery deambulaban por El Madrigal detrás de los amarillos, que con su tiqui taca les superaban con facilidad. El juego asociativo de Pellegrini emergía para adueñarse del balón, pero la pegada ché frenó la euforia local en la enésima asistencia de Mata a Villa. El Guaje clavó el 2-1 antes del descanso y el partido se aclaró un poco para los de Unai de cara al segundo acto del derbi.

Los visitantes regresaron al césped obligados y lo intentaron con pocos argumentos. El Submarino se sentía muy cómodo cediendo campo y contragolpeando y el tercero de los villarrealenses estaba mucho más cerca que la igualada. Los de Emery no tenían patrón mientras que Pellegrini ha conseguido que sus hombres jueguen de memoria, una ventaja insalvable. Así, dejaron una pequeña obra de arte en el minuto 56 que Pires no acertó a culminar. Pero el francés, derrochando clase toda la noche, se sacó la espinita fabricando el cierre del derbi con una nueva entrada por el costado izquierdo ché, en el que Alexis estuvo desastroso. Cani fusiló el 3-1, pero la fiesta en El Madrigal no era completa porque el Atlético goleaba en Bilbao. Forlán, ex amarillo, les dejaba sin Champions. Al Valencia lo apeó su incapacidad.