Los colistas empatan a despropósitos en la piscina de Ipurúa

liga adelante | eibar 2 - sevilla atlético 2

Los colistas empatan a despropósitos en la piscina de Ipurúa

El tremendo chaparrón acontecido en los prolegómenos del encuentro convirtió el césped en un enorme charco y hasta el colegiado Martínez Franco hubo de interrumpir el juego durante dos minutos para, al menos, desalojar el agua que había convertido en invisible una de las líneas laterales.

Eibar y Sevilla Atlético (2-2) han demostrado las carencias que les sitúan al fondo de la clasificación, en un partido de despropósitos a los que contribuyó la tromba de agua caída sobre Ipurúa y que llegó a comprometer la disputa del duelo de colistas.

El tremendo chaparrón acontecido en los prolegómenos del encuentro convirtió el césped en un enorme charco y hasta el colegiado Martínez Franco hubo de interrumpir el juego durante dos minutos para, al menos, desalojar el agua que había convertido en invisible una de las líneas laterales. Mantenerse en pie ya era complicado y levantar el balón se convertía en un ejercicio circense para dos equipos que se empleaban con ardor ante la imposibilidad de generar juego alguno.

En esas circunstancias el gol sólo podía llegar de forma fortuita, y es lo que sucedió cuando al filo del descanso Ríos remató un envío desde la esquina sobre su propia portería y el árbitro, a instancias del asistente, interpretó que el esférico había rebasado la línea de meta cuando lo despejó otro sevillista y además adjudicó el tanto al armero Nacho Insa.

Ya en la segunda mitad, con el césped en mejor estado por la eficacia del drenaje de Ipurúa, el Eibar buscó sentenciar en el primer cuarto de hora, con dos buenos remates de Markel Robles que, además, fue objeto de un claro penalti sin sancionar.

Con el paso de los minutos y los cambios efectuados el último clasificado empezó a dar muestras de peligro en ataque y en sólo siete minutos fue capaz de remontar con dos goles de Armenteros. A ello contribuyó el equipo local, que le dejó rematar en solitario una falta lateral y Zigor neutralizó el cabezazo pero nada pudo hacer ante un segundo intento.

El 1-2 recordó errores flagrantes ya cometidos otras tardes, porque Urzelai, Alaña y Zigor se estorbaron de forma incomprensible y pusieron en bandeja el tanto visitante, a puerta vacía y ante la incredulidad de la resignada afición azulgrana.

Pero aún en tiempo de prolongación el colegiado contribuyó al desbarajuste en una tarde invernal, al pitar un penalti de Gallardo sobre Markel mucho menos claro que el que antes había ignorado y ello le dio a Alaña la opción de poner el definitivo 2-2.

Todo ello en un desenlace surrealista, como lamentó el técnico local, Josu Uribe, consciente de que el descenso del Eibar será ya matemático si no vence la próxima jornada en Jerez o si, incluso ganando al líder, también gana el Celta su partido.