El meta Cobeño marca de saque directo en el Teresa Rivero

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El meta Cobeño marca de saque directo en el Teresa Rivero

El portero del Rayo Vallecano, David Cobeño, ha marcado de saque directo durante el partido que enfrenta a su equipo frente al Elche.

El Elche despertó al Rayo Vallecano de sus sueños de regresar a Primera en un encuentro en el que el equipo madrileño demostró estar atenazado por lo que había en juego y en el que fue fulminado por dos goles visitantes en los cinco últimos minutos.

El Elche dejó claro desde el principio que no venía a Vallecas a pasearse y que no quería ser un simple espectador en la fiesta del Rayo en su camino hacia la máxima categoría del fútbol español. Los locales comenzaron algo atenazados. Les costaba dominar el juego y crear peligro, y la primera mitad acabó con escasas ocasiones de gol de ambos equipos.

Iba a ser el meta local el que metiera a su equipo en el partido, con una acción de las que se ven pocas veces en un campo de fútbol. Cobeño tiene orden de que cada vez que recibe un balón de su defensa lo envíe en largo a su delantera para buscar la contra. Pero hoy lo mandó más lejos y más alto que nunca y, además, bien colocado. Pachón no fue capaz de controlarlo, hizo un extraño tras el bote, pasó por encima del portero visitante, Jaime, y entró en la portería del Elche.

Con el marcador a favor, el Rayo cogió la confianza que necesitaba para jugar y comenzó a demostrar lo que sabe hacer, pero no fue capaz de sentenciar. La jugada polémica el partido se produjo cuando Rubio derribó a Aganzo, que intentaba cabecear un balón puesto desde la derecha por Albiol, y el colegiado dejó pasar la acción y ''premió'' con una amonestación al delantero franjirrojo.

En la recta final del partido, el Rayo dominó con claridad, pero en una jugada de escasa fortuna para los locales llegó la igualada, en el minuto 85. El gol fue obra de Miguel, que resolvió con acierto un barullo dentro del área.

Después de ver la victoria tan cerca, el Rayo se volcó en ataque y, con el tiempo ya cumplido, encajó el segundo tanto. Cobeño, como hizo en la jugada del primer gol, intentó enviar el balón a su delantera, pero el esférico voló bajo y lo recuperó Rubio, que, solo delante del portero, lo colocó ajustado al palo.

La victoria la celebró el Elche como si de una final se tratara. Algunos lo entendieron como apoyo desmedido a Jaime tras las chanzas de la grada por el primer gol, otros vieron maletines debajo de la mesa. La realidad fue que los tres puntos volaron a la costa levantina y el Rayo se despidió de sus escasas opciones de ascenso.