El Shakhtar dice hola y Cantalejo dice adiós

La Copa de la UEFA, como en su día le pasó a la Copa de Ferias, ya es historia. Ayer se disputó la última edición tal y como ha estado concebida en los últimos años. A partir de la próxima temporada llega la Europa Liga, que tendrá un formato muy similar a la Champions. Para despedir a un torneo tan añejo se dieron dos noticias. Una buena y otra mejor. La primera, el título del Shakhtar. La excelente, la despedida del arbitraje de Luis Medina Cantalejo.

Primer título continental para un equipo de Ucrania desde que este país existe como tal. Y último encuentro UEFA para Cantalejo, que a los 45 años ha llegado a la edad reglamentaria de jubilación. El colegiado andaluz se despidió fiel a sus principios: con siete amarillas. En su descargo hay que decir que intentó evitarlo. No mostró ninguna en toda la primera parte, lo que teniendo en cuenta su trayectoria es prueba inequívoca de buena voluntad.

El Shakhtar del viejo zorro Lucescu impuso su toque brasileño (los goles fueron de Luiz Adriano y Jadson) y la fuerza del croata Srna, un lateral largo que fue el mejor del partido. La progresión y el centro que hizo en la jugada del segundo tanto, cuando el partido había entrado ya en la prórroga, fue un prodigio de fuerza y precisión. El penalti que le hizo a Pizarro también fue un prodigio de precisión. Tanto que Medina se lo tragó. Y encima regañó a Pizarro. Acertó luego, con la prórroga ya agonizando, al anular un gol al propio Pizarro por una falta previa. Lo hizo tras consultar con su juez de línea, que lo vio claro.

Esas dos jugadas acabaron con la resistencia alemana, que había llevado el partido a la prórroga gracias a un fallo garrafal de Pyatov, que se tragó un gol de falta de Nando. Al portero del Shakhtar se le doblaron las manos cuando entraron en contacto con el balón como se dobla un plástico cuando se le pega fuego. Como se dobló el Werder Bremen ante el Shakhtar y Pizarro frente a Medina Cantalejo.

El detalle. A Platini le dejaron solo

Los presidentes de Brasil y Ucrania, Lula y Yushchenko, y el primer ministro turco, Tayyip Erdogan, dejaron solo a Platini en el palco de autoridades. Los dirigentes, que ocuparon sus asientos en la primera mitad, se fueron en el descanso y no volvieron al palco hasta el minuto 65 del partido.