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Real Madrid | Cannavaro se despidió en AS

Cannavaro: "Me hubiera gustado venir antes"

El domingo Cannavaro jugará su último partido en el Bernabéu. "Es difícil dejar el Madrid y no sé qué haré cuando acabe el partido. Lo que sí sé es que hay que ganarlo". Un adiós muy italiano de un central al que la grada discutió su eficacia pero alabó su profesionalidad y compromiso.

Luis Nieto
Cannavaro en AS.

Se va Cannavaro y se lleva la mejor sonrisa de la Liga. Con Balón de Oro de por medio o sin él. Con Mónica Bellucci en la foto o sin ella. Tres temporadas en el Madrid en las que su intachable profesionalidad ha estado por encima de su rendimiento. En cualquier caso, un fichaje defendible: junto a Ramos, Pepe y Heinze formó la defensa blanca más estable de los últimos tiempos; fue pilar en la recuperación de la memoria histórica del club y paseó dos Ligas y una Supercopa nacional. "En la Juve y en el Mundial 2006 tuve los mejores momentos de mi vida. Aquí debí venir antes", se reprochó en su despedida-repaso.

Le gustó empezar por el final, por un adiós anunciado: "Es una pena. Probablemente si no hubieran pasado tantas cosas me habría quedado un año, pero hace tiempo Mijatovic me dijo que buscara equipo, que había unas elecciones de por medio y que no podía hacer nada. En estos casos, ni los clubes ni los jugadores podemos esperar. Pero mi mujer, mis hijos y yo hemos estado bien. La experiencia fue increíble".

Camino de los 36 años, Fabio Cannavaro firma por una temporada con la Juve, su última oportunidad de conquistar una Copa de Europa, la medalla que falta en su hoja de servicios: "Los dos primeros años tuvimos muchas bajas en los partidos decisivos contra Bayern y Roma. Lo del Liverpool fue otra cosa. Fueron mejores, estuvieron mejor organizados. La diferencia física y técnica resultó muy grande". Y un adversario, dirigido por Benítez, que se cerró hasta la exageración en el Bernabéu. Buen momento para defender el fútbol italiano: "Si lo hacemos nosotros lo llaman catenaccio, pero si lo hacen los ingleses El catenaccio sólo existió en Italia en los 60. En los 70 llegaron gente como Facchetti o Riva. Y luego Antognoni. En Italia comenzó a jugarse bien". ¿Tan bien como ahora en España? "El tiqui-taca sólo lo juega el Barça. En la Eurocopa, empataron con nosotros y Casillas hizo grandes paradas. Ocasiones suyas sólo recuerdo disparos lejanos de Villa y Silva. A los italianos no nos preocupan los equipos que la tocan bien. El peligro está en los que nos llegan derechos. Nos hace daño la profundidad".

La profundidad, en el sentido más temible del término, la encarnó Ronaldo, compañero en el Madrid, adversario antes: "Estaba quieto gran parte del partido, pero cuando arrancaba te dejaba la sensación de que no podías hacer nada". Pero por encima estuvo Maradona, al que conoció con 11 años, cuando Fabio era recogepelotas en el Nápoles: "No me perdí un partido y, siendo juvenil, llegué a entrenarme con él. Era un dios. Yo le veía con aura. Hasta calentando era diferente al resto". A ese Nápoles, a su Nápoles, lo tumbó el Madrid de la Quinta en el 87. "Hace poco le pedí a Casillas que me llevara a comer con Butragueño porque aquel gol que nos marcó en San Paolo (1-1) me hizo llorar. Es un tipo espectacular". La irrupción del ídolo en la conversación abre un debate más amplio: "No es normal que en el Madrid haya tan pocos ex jugadores dentro del club. Aquí sólo está Chendo y, en cambio, en el Milán encuentras a Ancelotti, Tassotti, Baresi. El Barça tiene ahora a Guardiola, pero el Madrid no debe copiarle, sino establecer su propia línea".

"Aquel equipo de hace tres años recuperó la cultura futbolística, el respeto por los compañeros, por el trabajo diario, que quizá no había existido en la etapa anterior. Jugadores como Van Nistelrooy o Diarrá, quizá con menos calidad pero con más profesionalidad ayudaron a ello. El Madrid debe apoyarse en Valdebebas. Pocas ciudades deportivas del mundo son mejores. Los veteranos deben ayudar a la integración de los canteranos. Ahora, si los chavales no van a jugar ni un partido, mejor que adquieran experiencia en otro sitio". Cannavaro ha alargado su discurso sobre la laboriosidad hasta alcanzar su ejemplo: "Jamás he llegado tarde a un entrenamiento". En esa profesionalidad está el punto alfa del nuevo ciclo: "El Madrid no puede fallar otra vez. No sólo hay que fichar a Cristiano Ronaldo, sino montar un equipo, traer también medios y defensas. Y luchar, recuperar esa cultura futbolística de la que hablaba antes".

Cannavaro reconoce que la vida para un defensa es más dura en España que en Italia: "Lo he pasado peor. Allí se trabaja mucho la coordinación. Aquí te ves muchas veces en el uno contra uno, sin nadie a tu espalda. Si la línea se hace demasiado ancha, sufres. En Italia esto se trabaja más tácticamente". Un reproche colectivo que también tiene su autocrítica correspondiente. "El Bernabéu me ha perdonado bastante, sobre todo el primer año. Me costó mucho. Fue algo psicológico. Yo venía de ganar el Balón de Oro, de ganar un Mundial. Y si te encuentras ahí arriba, en cuanto fallas estás muerto. Haces un mal pase y todo el mundo dice: 'No es el del Mundial'. Y luego está el hecho de que elijan Balón de Oro a un defensa. La gente prefiere a los que meten los goles". Sin embargo, en aquel primer año, con Capello, el equipo completó una remontada memorable y se proclamó campeón: "Fue el espíritu del equipo. Eso sólo son capaces de hacerlo el Madrid o la Juve Pero también fue un milagro. Aquellos partidos contra el Espanyol, el Recre, el último contra el Mallorca", repasa entre la sonrisa y el asombro.

Cannavaro también se detiene en los nombres propios. Mijatovic, el último en salir, sin ir más lejos: "Se había acabado su ciclo, pero hizo un buen trabajo. Esas dos Ligas también son de él. Y de Calderón, de Capello o de Schuster. En el fútbol se olvida todo fácilmente". El próximo en marcharse puede ser Juande Ramos: "Ha hecho un trabajo espectacular. Con él se ha completado la mejor vuelta de la historia. Es un poco como Capello. Pone reglas y sabe hacer su trabajo. No merece que se le eche por los últimos tres partidos. Hay pocos técnicos tan buenos como él". Y del que se va a los que pueden llegar: "Ancelotti tiene buena relación con los jugadores, es una buena persona. Mourinho monta un show cada vez que habla, pero gana. Alguien que da su primera rueda de prensa en el Inter en italiano deja claro que es un tío listo".

Sentado con los periodistas de AS no esquivó ninguna cuestión. Ni siquiera aquel día de furia de Pepe: "En Italia se diría que se tapó la vena. Falló y lo sabe. Por eso pidió perdón. Pero puede ocurrirle a cualquiera. Yo repasé la escena en la televisión. Fue una vez, dos, tres, apartó a Raúl y a Chendo. Puede marcarle un poco de cara a los árbitros". Y de una cuestión envenenada a otra. ¿Casillas (su mejor amigo en el vestuario) o Buffon (el portero de su Juve)?: "El año pasado el mejor fue Iker, pero Buffon es un fenómeno desde la cuna. Lo bueno de Casillas es que ha aprendido mucho. Antes, después de un gol se enfadaba mucho con los compañeros. Pero que nos marquen nos fastidia a todos y no es bueno montar un show. Ha madurado".

Cannavaro se va de España con la misma sonrisa con la que llegó, esa que debería prohibir el reglamento para los defensas centrales.