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Real Madrid | Arsene Wegner

Un hombre fiel a sus ideas futbolísticas

Di Stéfano tiene un gran respeto por el técnico

Frédéric Hermel
Wegner con Cesc

A veces, dos sencillas palabras y una mirada dicen mucho más que un largo discurso. Ayer, en la televisión francesa, Arsène Wenger usó "en general" para referirse a su costumbre de cumplir con sus contratos. Este "en general" asociado a una expresión de la cara llena de malestar, y muy poco habitual en él, ha abierto la puerta a todas las posibilidades. Y, sobre todo, a la proximidad de su marcha al Madrid.

Las dudas que dejó escapar Wenger respecto a su futuro en el Arsenal y su manera de intentar esquivar hablar de la propuesta de Florentino Pérez no corresponden para nada con el carácter del francés. Este hombre nacido en Alsacia (cerca de la frontera alemana) es como la gente de esta región tan peculiar.

Carácter.

Para Wenger todo suele ser sí o no, blanco o negro. No anda con matices porque su carácter de acero le lleva a seguir una línea muy clara y muy firme. Algunos le ven como una persona fría Pero Arsène es, ante todo, alguien recto, honesto y que no se deja influir por consideraciones externas. Permanece fiel a sus ideas, en lo personal y en lo profesional.

Su apuesta por el fútbol ofensivo, bello y de toque siempre ha sido su filosofía y nada ha conseguido hacerle cambiar de rumbo. Ni siquiera por un día, frente a un rival que lo requiera, Wenger dejará de encomendarse a su estilo. La palabra catenaccio no tiene traducción en el lenguaje wengeriano. Y para asegurarse de la sostenibilidad de la cultura ofensiva, el técnico francés educa a sus futbolistas. Sean jóvenes o ya consagrados.

Wenger hace progresar a sus jugadores porque considera que es la mejor forma de hacer crecer al equipo, y al club en su globalidad. Henry, Anelka, Pires, Cesc o Clichy, entre muchos otros, pueden aportar un testimonio muy válido a favor de don Arsène, un gran trabajador que no deja nunca nada al azar. Y que, en contra de la imagen que suele dar en los medios de comunicación, dialoga mucho con los hombres que pone en el terreno de juego.

¿Este conjunto de cualidades encajarán en el Real Madrid? Podemos pensar que sí. En este club se valora mucho el señorío, el esfuerzo, la clase y la honestidad. No me extraña entonces que, un día, Don Alfredo Di Stéfano me confesase su respeto por Wenger y su gusto por el fútbol que hace el Arsenal.

Está claro que Wenger podría escribir una página interesante en la capital de España pero es entendible, también, que el técnico se esté comiendo el coco estos últimos días. Venir al Madrid y dejar la confortable Inglaterra es asumir un riesgo enorme. Wenger también sabe que, aunque se sitúe en el medio y largo plazo, las exigencias de buenos resultados del Real Madrid son inmediatas. Pero los hombres nacidos en Alsacia suelen ser valientes