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Liga BBVA | Las Palmas

Vidales está sentenciado y dejará el club en junio

Ramírez rompe con la idea de reciclarlo a los despachos y le finiquitará

Ignacio S. Acedo
<b>RELACIÓN FRACTURADA. </b>Javier Vidales ha perdido crédito a ojos de Juanito y Miguel Ángel Ramírez. No sólo cuentan los resultados. También su última salida de tono.
carlos díaz-recio

Javier Vidales vive sus últimas semanas en la Unión Deportiva. Cuando finalice la temporada, y no antes, dejará de pertenecer a la entidad, pese a que su vínculo contractual se extiende hasta junio de 2010. Con el crédito seriamente erosionado desde hace tiempo, lo acontecido el pasado sábado en el encuentro frente al Alicante le ha sentenciado. Al partido infame que firmó el equipo se unió un discurso desafiante por parte del entrenador que ha indignado a Miguel Ángel Ramírez y Juanito. Vidales no pudo ser más claro: "Me mandaría a tomar por el culo como entrenador si fuera el que mandara". Las interpretaciones de su sentencia no han parado de generar comentarios y censuras en el entorno del club. Muchos ven en su órdago una invitación al despido. También algunos leen entre líneas su incapacidad para dimitir, consecuencia lógica de su declaración de intenciones. Más allá de agarrar en toda la literalidad el desfogue verbal del preparador, mayor perplejidad causó el contraste entre las mesuradas palabras del presidente, con cintura para digerir la enésima decepción, y la torpe incontinencia de quien más motivos tenía para evitar semejante enredo.

No hay explicación tampoco a la confesión manifiesta que hizo a propósito de su incapacidad para mentalizar a los jugadores de cara al encuentro de la jornada precedente. O ha perdido predicamento en el vestuario o resulta inaudito que, con el panorama actual del equipo, fallara en aspectos motivacionales que siempre han sustentado sus discursos y defensas.

Hasta hace unos días se había decidido y pactado la continuidad de Vidales en su función original de secretario técnico. Juanito veía con buenos ojos mantenerle como primer subordinado con la tarea primordial de avalar fichajes y participar en la confección de la próxima plantilla. Pero el tono beligerante exhibido tras una derrota dolorosa como pocas ha supuesto una fractura insalvable que pasará peaje. Se persigue una salida cordial. Descartado un despido en mitad del calendario, la idea de Ramírez y Juanito es oficializar su marcha en tiempo y forma. Ambos entienden que es insostenible su continuidad en el proyecto y también perciben en Vidales síntomas inequívocos de cansancio, multiplicados por las posibilidades que se le han ofrecido de continuar su carrera en el banquillo en otros destinos.

Indignación. Ayer, en el partido disputado por el filial en el Pepe Gonçálvez, el presidente atendió con cortesía y paciencia innumerables peticiones de aficionados que clamaban por aires renovados. La mayoría incidió en la conveniencia de prescindir de Vidales (también de un Juanito que se considera innegociable). Ramírez prometió todos los esfuerzos para pacificar a una masa hastiada. Y ya hay un primer nombre propio en la limpia: Javier Vidales.