Liga Adelante | Las Palmas 0 - Alicante 1
El Alicante lía la mundial e incendia el Gran Canaria
El gol de Peragón pospone la permanencia de Las Palmas
Una imagen ilustrativa del partido estaba en la banda, en el banquillo local. Mientras la grada trinaba por el no-juego, Javier Vidales, de cuclillas, con el pelo apelmazado por el sufrimiento seguía el partido con la mente confusa y la mirada perdida. Improvisando sobre la marcha. Primero con un 4-4-2, después un 4-3-3, más tarde un 3-4-3 y nada de nada. El Alicante, haciendo un partido aseado, sin brillos ni toques orlados, se llevó los tres puntos con una pizca de orden y otra de necesidad. El gol de Roberto Peragón abre la vía de los sueños de los azulones. Cinco partidos y otros tantos milagros hacen falta para revivir al muerto.
La victoria forastera deja el orgullo local por los suelos, sobre todo en el graderío y en el palco. Un rastro hondo de amargura y miradas vidriosas recorrió ayer las esquinas del Gran Canaria. Mayor indignación si cabe porque en el campo hubo huelga, brazos caídos y deserciones por doquier. El escudo, sagrado siempre, tras este partido está resquebrajado. La popularidad del equipo se resiente y los que se fueron del estadio antes de la hora no será sencillo que vuelvan.
Granero planteó un partido sencillo, sin alardes, humilde. Cinco jugadores en el medio y provocando cortocircuitos. Las Palmas, con déficit evidente de calidad, optó por el balón aéreo hacia los desaparecidos Rondón, titular ayer por sorpresa, y Márquez. Urbano nunca lo vio tan claro. Despejes y más despejes. Y cuando la pelota no estaba por el aire la tenía Abel Buades, Torrecilla o Azkoitia. El gol de ratonero de Peragón, en el 31 de la primera parte, sólo fue un suceso más dentro de un partido siempre controlado por los visitantes. No sólo no peligró el triunfo y la conquista, sino que a poco de que hubieran estado afinados hubieran goleado para sonrojo del personal. Unos, los amarillos quieren que este martirio acabe ya; otros, los azules, desearían unas cuantas jornadas más para caminar hacia la utopía.
Vidales: "Me mandaría a tomar por el c..."
"Si yo fuera el que mandara, me mandaría a tomar por el culo como entrenador. Me siento muy responsable de lo que ha sucedido porque durante la semana se ha hablado de todo menos del partido y no he sabido frenarlo. No he llegado al corazón del futbolista. Esto es un sinvivir y yo no quiero esto. Estoy fastidiado, pero el lunes volveré a trabajar con ilusión. Eso sí, no tengo ninguna duda de que el equipo se va a salvar".
Granero: "No nos vamos a rendir nunca"
"Hemos estado trabajando muy bien durante la segunda vuelta y, en condiciones normales, deberíamos estar a mitad de tabla. A poco que nos hubiesen favorecido las circunstancias así habría sido. De todas maneras, estamos muy atrás y va a ser muy complicado salir, aunque no nos vamos a rendir nunca. Las Palmas no tuvo su día aunque lo intentó, pero nosotros tuvimos mérito para ganar este encuentro".