Xavi, Iniesta y Messi abanderan el triunfo del fútbol elegante

Xavi, Iniesta y Messi abanderan el triunfo del fútbol elegante

La victoria del España en la pasada Eurocopa implicó el reconocimiento mundial para el mejor jugador del torneo, un Xavi Hernández majestuoso, libre, finalmente despegado de comparaciones fútiles. El volante ve el fútbol como nadie más y a su inteligencia ha unido un dominio total de su cuerpo, permitiendo una perfecta puesta en práctica de todo aquello que maquina en la mente.

El título liguero viaja a Barcelona impulsado por la inteligencia de Xavi Hernández, la versatilidad de Andrés Iniesta o la supremacía de Leo Messi, tres piezas fundamentales en la maquinaría azulgrana, diseñada para bajar el balón al suelo y dominar el balón con absoluta autoridad, aguardando el momento en el que retirar el guante de seda y golpear con puño de acero.

La victoria del España en la pasada Eurocopa implicó el reconocimiento mundial para el mejor jugador del torneo, un Xavi Hernández majestuoso, libre, finalmente despegado de comparaciones fútiles. El volante ve el fútbol como nadie más y a su inteligencia ha unido un dominio total de su cuerpo, permitiendo una perfecta puesta en práctica de todo aquello que maquina en la mente.

Xavi, titular en todos los partido de la Liga excepto uno, domina la zona ancha del campo con sus peculiares giros de cuello, esos con los que descifra el desarrollo del partido. A esa habilidad congénita, el catalán ha añadido mayor facilidad para asomarse al balcón del área y sumar hasta seis goles, aunque su faceta asistente es la que más agradece esa ganancia de metros: 16 asistencia de gol.

Al lado del segundo capitán azulgrana sigue creciendo Andrés Iniesta, el jugador más versátil de la plantilla y consagrado en el panorama futbolístico mundial tras su gol agónico en Stamford Bridge. Guardiola, poco dado a los elogios, no ha dejado de alabar semana tras semana la labor silenciosa e impagable del albaceteño, indispensable ya en Can Barsa y mimado para llegar a la final de la 'Champions' en Roma.

Iniesta ha crecido esta temporada hasta convertirse en un futbolista total, capaz de defender, atacar, regatear, pasar y golear, cinco suertes básicas del fútbol que ya ha logrado dominar, antes de cumplir mañana los 25 años. Su importancia quedó evidente durante la lesión que le dejó fuera, el mismo periodo en que el Barcelona sufrió el único bajón del año.

El manchego se recuperó y volvió para liderar la segunda parte de esta temporada en la que acumula cuatro goles y ocho asistencias de gol en Liga. Ya sea laborioso en mediocampo o imparable en la delantera, el de Fuentealbilla se ha convertido en uno de los diez fundamentales de Guardiola: Valdés, Piqué, Márquez, Puyol, Alves, Xavi, Iniesta, Messi, Etoo y Henry.

El técnico fue perfilando poco a poco a su equipo hasta dejar solo dos incógnitas habituales, un puesto en el mediocampo para Touré o Busquets y la plaza de lateral izquierdo, por una lesión de Abidal que, en cualquier caso, tampoco ha destacado por su rendimiento. Innegociablemente, el equipo empezaba por Valdés, que aspira a repetir el Zamora de 2005 y acababa en Etoo, que puede repetir su 'Pichichi' de 2006.

En la defensa, la casta inigualable de Puyol se ha traslado habitualmente a la banda por la pujanza de Gerard Piqué. Repescado del Manchester United el pasado verano, el 'hijo pródigo' se ha convertido en la verdadera revelación del equipo, gracias a una autoridad muy poco habitual que le ha llevado a la titularidad con la selección española a sus 22 años.

Con Xavi e Iniesta en la sala de máquinas quedaba garantizado el suministro de balones francos a la delantera, letal pieza por pieza. Gran parte del excepcional rendimiento ofensivo del Barcelona corresponde a Guardiola, que ha recuperado para la causa a Etoo y a Henry, por momentos aquella gacela elegante y letal que levitaba con la camiseta del Arsenal.

La guinda de este ataque voraz y desbravado estrenaba el dorsal '10' tras la marcha de Ronaldinho. Leo Messi ocupa el trono futbolístico mundial con permiso de Cristiano Ronaldo, y su incipiente reinado contagia al Barcelona, una entidad acostumbrada a encumbrar ídolos a la misma velocidad que los devora.

Al principio de la temporada, Messi no debía participar en los Juegos Olímpicos según una resolución judicial, pero Guardiola le permitió viajar a Pekín y colgarse la medalla de oro, logrando una gratitud que el argentino ha expresado en forma de goles, regates y, sobre todo, dominio.

31 partidos jugados, 23 goles, 5 asistencias, número esta temporada de un futbolista cuya importancia trasciende las matemáticas. Messi, que logró la victoria en los últimos minutos con sendas acciones espectaculares en Pamplona y Santander, ha dejado de lado cualquier tipo de egoísmo regalando más que nunca su talento al servicio del equipo. Él mismo se ha beneficiado del cambio completando su mejor año goleador (23 tantos).