Las Palmas quiere dar el golpe de gracia al Alicante

En la Unión Deportiva ya se habla en clave de futuro. Técnicos, renovaciones, fichajes, proyecto luminoso, ilusión regenerada... Con 44 puntos nadie contempla que la permanencia corra riesgos, lo que explica la tendencia mayoritaria a pasar página y olvidar un curso que se podría calificar de discreto para no entrar en calificativos más hirientes. En el Alicante tampoco hay motivos para presumir de un presente abocado a la Segunda B salvo que medie un milagro bíblico, por lo que la higiene emocional aconseja otro ejercicio de amnesia y evitar detenciones temporales. Y con unos que ya barrieron la casa y otros que tienen asumida la mudanza, el partido queda algo desnaturalizado. Conserva, eso sí, el premio de tres puntos que al anfitrión ya le blindarían por encima del bien y del mal y, en caso de corresponder a Granero y compañía, supondrían un grito en el desierto y quien sabe si una invocación al imposible.

Hace tiempo que en el Gran Canaria no se brinda al auditorio un partido decente y es ilusión de Las Palmas aprovechar las debilidades ajenas para brindar una buena faena. Al Alicante no le vale especular. Adoptará riesgos por cuestiones vitales y, con espacios, las camisetas amarillas siempre lucen más. El alboroto les beneficia y se presumen idas y vueltas de sobra. Buen caldo de cultivo para las carreras de Nauzet, los quiebros de Pablo y las apariciones de Márquez. Claro que no conviene despreciar el catálogo del moribundo, de un Alicante lleno de ahogos y que ve en la confrontación uno de sus últimos flotadores. Viene con Torrecilla, que hizo gol el curso pasado con el Granada 74 y al que tuvo fichado Juanito en julio, con billetes de avión comprados y felicitaciones recíprocas sin disimulo. Añade el kilometraje de los Peragón, Azkoitia o Buades, auténticos doctores en la categoría y sus accidentes. A falta de puntos, veteranía y hambre.

Vidales y Granero no pondrán retrovisores ni grilletes a su gente. Es un partido de permanencia en toda su extensión. Merece, por tanto, atención, dedicación y un plus generoso de sudor. También un respeto. Tendrá castigo el desconsiderado.

Vidales: "Es el partido más importante"

"Creo que ahora sí es el partido más importante. No lo veo como definitivo pero nos puede dar una ventaja destacable respecto a los equipos intermedios más que con los que están en descenso. El Alicante no nos va a regalar nada porque van a agotar sus posibilidades y además deben mostrarse porque hay que encontrar trabajo para el futuro".

Granero: "Mientras existan posibilidades..."

"Mientras existan posibilidades matemáticas, estamos obligados a competir al máximo por profesionalidad. Ahora, no pensamos más allá que en el partido ante Las Palmas. Aunque sean las cuentas de la lechera, aún miro de reojo la clasificación. Más allá de los resultados, la situación del club invitaba a tirar la toalla y no lo hemos hecho".