Liga Adelante | Alavés
La afición el Alavés apela al espíritu de la UEFA
Mendizorroza, con pintadas recordando aquel hito.
El 16 de mayo de 2001 está grabado en la retina de los aficionados del Alavés, ya que aquella noche el equipo vitoriano jugó una de las finales más apasionantes de la historia del fútbol europeo. El 5-4 contra el Liverpool marcó época y, también, supuso el inicio del declive que hoy vive el entidad babazorra.
Ocho años después, es decir, este sábado, el conjunto albiazul se juega literalmente su existencia ante el Eibar en el estadio de Mendizorroza. Conste que, en este caso, no estamos hablando de la posibilidad de descender a Segunda B sino de la desaparición del club. Una deuda cercana a los 26 millones de euros y una Ley Concursal en marcha no podrían sostener la supervivencia del Alavés en la división de bronce de nuestro fútbol.
Por ello, ayer aparecieron una serie de pintadas en los muros del campo municipal. Los textos son respetuosos y aluden al glorioso pasado del Alavés: "16 de mayo 2001: Dortmund; 16 de mayo 2009: Mendizorroza", "87 años de vida merecen un esfuerzo final", "Este año no bajamos". Estos lemas y otros parecidos, jalonan desde ayer los exteriores del fondo de Cervantes o de la tribuna principal.
Por una vez, las pintadas tienen algo de sentido, aunque no hagan gracia a los responsables del servicio de limpieza en Vitoria. Igual deberían dejarlas para que las vean los miembros de la actual plantilla este sábado cuando aparquen sus vehículos para jugar contra el Eibar.
La plantilla reaccionó con sentido común ante las pintadas de Mendizorroza. Cuevas se refirió al hito de hace ocho años y dijo: "La verdad es que aquel equipo era impresionante. Hizo una gran temporada. No tienen nada que ver con lo que estamos viviendo ahora. Yo ya les cambiaba totalmente la situación de pelear por un título y no tener que luchar para no bajar de categoría".
Por otra parte, todo apunta a que el Alavés recuperará ante su esquema de juego habitual (4-4-2), con Javi Guerra y Juanjo como referencia ofensiva del equipo, después del cambio de sistema en la visita a Tarragona.