La "batalla" tras la Copa pone en alerta a las autoridades ante la Liga y la Champions

FÚTBOL | COPA DEL REY

La "batalla" tras la Copa pone en alerta a las autoridades ante la Liga y la Champions

La "batalla" en la zona de la plaza de Cataluña tras la victoria del Barça en la Copa del Rey, que se ha saldado con 50 detenidos, un centenar de heridos leves y numerosos daños materiales, ha puesto en alerta a las autoridades ante la posibilidad de más incidentes si los culés ganan el triplete.

Los Mossos d''Esquadra han detenido a 45 personas, cinco de ellas menores de edad, por los alborotos registrados a partir de las 02.00 de la madrugada, cuando un grupo de unos 300 jóvenes violentos ha roto la línea de seguridad en la calle Pelai y ha empezado a lanzar botellas, latas de bebidas y objetos contundentes contra el dispositivo policial. Los agentes de la policía catalana ha practicado las detenciones después de que los jóvenes no atendieran sus reiterados avisos por megafonía de que depusieran su actitud violenta.

En medio de una "lluvia de objetos", ya que además de botellas y latas los jóvenes también lanzaban macetas, bicicletas e incluso un semáforo, los agentes antidisturbios de los Mossos han disparado pelotas de goma y han hecho uso de sus vehículos policiales para tratar de restablecer el orden, lo que han logrado hacia las 03.00 horas. Paralelamente, la Guardia Urbana de Barcelona ha detenido a otras cinco personas por los mismos incidentes, acusados de cometer actos vandálicos y atentar contra el mobiliario urbano.

Los arrestados, que tienen en su mayoría menos de 30 años, han ido quedado en libertad con cargos a lo largo del día, a la espera de ser citados próximamente por un juez para testificar acusados de distintos delitos, como desórdenes públicos, daños, atentado y resistencia a la autoridad. La "batalla" de esta pasada madrugada ha dejado también 33 mossos d''esquadra lesionados leves, un miembro de la guardia urbana con contusiones y 75 culés con diferentes heridas leves.

El panorama tras el enfrentamiento era desolador: cristales de aparadores rotos, furgonetas policiales y del servicio de emergencias dañadas y contenedores quemados, además del suelo lleno de botellas, latas y escombros, que han obligado a los equipos de limpieza a emplearse a fondo tras los incidentes. Se da el caso de que tras la victoria del Barça en el Bernabéu (2-6) de hace dos semanas también hubo incidentes, aunque fueron de menor tamaño y se saldaron con siete detenidos.

El incremento de la violencia empleada por parte del grupo radical ha puesto en alerta a las autoridades de seguridad de Cataluña, ante el riesgo de que estos alborotos se puedan repetir y aumentar si los azulgranas logran el triplete, con la Liga -este sábado o el domingo hay opciones- y la Champions -el miércoles 27 de mayo-.

Ante esta situación, el conseller de Interior, Joan Saura, ha advertido hoy que no permitirá que la actuación de estos grupos "violentos" pueda estropear una celebración cívica y que tampoco tolerará provocaciones a los Mossos d''Esquadra, que son "los garantes de que todos los ciudadanos puedan celebrar los éxitos deportivos de su equipo". Asimismo, ha agradecido el comportamiento cívico de la mayoría de los 40.000 aficionados culés congregados de madrugada en Canaletes y la Plaza de Cataluña, que habían festejado el triunfo azulgrana en un ambiente festivo, y les ha pedido que en próximas celebraciones contribuyan a aislar los comportamientos violentos.

Por su parte, el alcalde de Barcelona, Jordi Hereu, ha defendido la oportunidad de celebrar eventos como las victorias del Barça en la plaza de Cataluña porque esta zona "permite aislar a esa minoría que comete atentados contra el patrimonio". El trágico epílogo de la jornada de celebración culé ha ocurrido en Girona, donde un joven de 35 años y vecino de Girona ha muerto accidentalmente al precipitarse al río Onyar después de balancearse cuando estaba sentado en una barandilla.