No hay una apuesta económica más firme, contundente, histórica y rentable que la que el club ha hecho con dos de sus estrellas: Kanouté y Luis Fabiano. Los dirigentes han entendido que el valor de esta pareja de futbolistas estelares había que pagarlo y dieron el paso adelante ofreciéndoles fichas nunca antes vistas en Nervión.
Hace unos años, cuando el club marcaba una proyección ambiciosa, el director general, José María Cruz, adelantó que la entidad jamás se saldría de los márgenes razonables. "No podemos permitir que nos ocurra lo que le pasó al Deportivo. Hay que hacer una inversión controlada que no nos provoque una crisis económica cuando haya un tropiezo deportivo", contaba.
Por eso, el Consejo marcó un tope salarial para descartar cualquier futbolista que exigiera superar esas ganancias. Actualmente, esa línea infranqueable es de dos millones de euros, cantidades que sólo rozan Kanouté y Luis Fabiano después de sus renovaciones. Ni siquera Poulsen y Dani Alves alcanzaron esas cifras, cuyas cantidades anuales oscilaban el 1,8 millón de euros. Sin duda, esa fue la razón principal por la que los dos jugadores decidieron marcharse, ya que Barcelona y Juve multiplican esos números. La trascendencia que el malí y el brasileño han tomado en el club incitó a Del Nido a estirar todo lo posible el ofrecimiento. El resultado obtenido por los dos justifica la fuerte inversión.
Estos datos no tienen nada que ver con la inversión que en su día el Sevilla hizo por ellos. Es más, muchos de los actuales miembros de la plantilla han costado muchísimo más. Hay un ramillete de ejemplos: Mosquera (9 millones de euros), Acosta (7 millones), Konko (8), Koné (12), Chevantón (9). Nada que ver con los 6 millones que se pagó al Tottenham por Kanouté y los que 3,5 que costó Luis Fabiano por obtener el 30 por ciento. La historia del brasileño es más redonda. Es cierto que su contrato es un enredo y que nadie sabe si realmente el Sevilla se embolsaría el cien por cien de un posible traspaso. Pero, mientras tanto, el equipo disfruta del delantero titular de Brasil por sólo 3,5 millones.
