Casi todo el mundo ha coincidido en que usted fue uno de los mejores del Numancia y del partido. Hizo dos intervenciones de mucho mérito a disparo de Sesma y cabezazo de Goitom...

Yo hice mi trabajo, que es el de intentar parar, pero que el Valladolid no creara mucho peligro fue mérito de todo el equipo. La pena fue no conseguir el gol en las ocasiones tan claras que tuvimos. El derbi ya es pasado y ahora tenemos que pensar en ganar como sea al Recreativo, algo que nos acercaría más la permanencia.

¿Cómo está el vestuario?

Bastante fastidiado, porque perdimos una oportunidad de ganar en Valladolid y lograr tres puntos muy importantes, que tal y como se dieron otros resultados, nos habrían venido muy bien.

¿El empate supo a derrota?

Nos sentó mal empatar, aunque pasamos de poder haber ganado a perder por esa última oportunidad de Goitom. Desde luego, en la segunda parte tuvimos más control que ellos y daba la sensación que si el partido estaba para alguien era para nosotros.

Matemáticamente, aún es posible obrar el milagro, ¿no?

Sí, sobre todo porque han perdido los equipos que están luchando con nosotros por eludir el descenso. Está claro que era mejor haber sumado tres puntos, pero tenemos dos partidos contra rivales directos y seguimos teniendo nuestras opciones.

¿El corazón le dice una cosa y la cabeza otra?

No, los dos están sincronizados. Todos seguimos creyendo en la permanencia. La cabeza y los números dicen que podemos mantenernos y vamos a luchar a muerte por ello. Los partidos que nos quedan son igual de importantes para nosotros como para los rivales. Los partidos ante Recreativo y Getafe serán decisivos.

La afición debe pensar lo mismo y está entregada. El club de nuevo ha hecho ofertas para los socios de cara a llenar Los Pajaritos ante Recreativo y Sevilla.

Es de agradecer la respuesta de la afición. Ver todo el color rojo de los aficionados en Valladolid a los jugadores nos llega; tenemos que compensarles.