Molinón mediterráneo

El Mediterráneo, entre su genuino rojiblanco y el colorido que añadirán a las gradas los aficionados del Sporting, va a parecer el pequeño Molinón. Porque de Asturias han confirmado que bajan hasta Almería unos 200 aficionados gijoneses y quién sabe si alguno más. La gente del Sporting siempre ha demostrado amor a sus colores y valentía a la hora de coger el autocar y el bocadillo y plantarse donde sea. Una afición viajera por naturaleza pero que además esta vez añade un aliciente de necesidad y dramatismo. Porque su Sporting se juega la vida. Después de tanto esperar el ascenso, ahora se ve ahí, en el alambre. Pensará Preciado que qué pena tanto remar para morir en la orilla. Así que quiere arañar puntos de donde sea para que su noble apuesta futbolística tenga el premio de la permanencia.

Y parece que habrá cierta complicidad por parte del Almería, con el carné de Primera recién renovado. Porque Hugo salió el viernes insistiendo en que se toma el partido en serio y que quiere ganar como sea al Sporting, que tiene que ser una fiesta para la gente, que van a imponer su estilo... Parole, parole. Porque a la hora de hacer la lista, se carga a tres pilares como son Bruno, Mané e Iriney. Seguramente tendrá que ver con el hecho de que ninguno seguirá en Almería la próxima temporada y quiere ver si le vale gente como los brasileños Michel y Guilherme o si Solari es un delantero de garantías cuando no esté Negredo.

Debe ser difícil para el Almería mantener la intensidad con los deberes hechos. Quizá el único pellizco sea una mezcla de amor propio y maletines. Pero claro, difícil competir contra un equipo como el Sporting. Valiente, noble y que se juega la vida.