El Real Madrid se jugaba el orgullo, la dignidad, que es mucho cuando se habla de este club. El Valencia lo que discutía era algo más material, pero básico para su supervivencia, como es la clasificación para la Liga de Campeones. Como suele suceder, y esta vez no fue una excepción, la necesidad pudo más que lo espiritual y el Valencia sumó una victoria que puede ser determinante en su empeño de alcanzar la Champions y que deja al Barcelona a un paso de ser campeón de Liga de forma matemática. Si este domingo vence al Villarreal, el Barça cantará el alirón.
La bofetada que le dio una jornada atrás el Barcelona en el Bernabéu dejó al Madrid aturdido y sin objetivos. Una semana no es tiempo suficiente para superar el trauma y para encontrar una motivación que permita mantener la tensión necesaria para manejarse a este nivel. Sin tensión, sin objetivos, sin nada en juego, el Madrid fue el invitado perfecto para el Valencia, más concentrado, con más fútbol y con más ganas. Nada que objetar al triunfo del Valencia y mucho que reprochar al Madrid, que, en cualquier caso, siempre podrá argumentar que ha sido el único conjunto capaz de discutir la Liga al Barcelona y que si es el segundo clasificado, cómo serán los que vienen detrás.
El Madrid se presentó en Mestalla sin Lass, la pieza que hace que todo encaje cuando está o que se derrumbe cuando se ausenta. El francés no es el mejor jugador del mundo, pero su sentido táctico, su solidaridad y su capacidad de trabajo y sacrificio le convierten en un futbolista imprescindible para este equipo.
Aguantó el tipo el Madrid apenas un cuarto de hora, tiempo en el que metió algo de intensidad y hasta velocidad a su juego. Se vio un taconazo de Raúl a lo Redondo en Manchester varias Copas de Europa atrás; una buena combinación entre Robben y Ramos, cuyo centro lo remató Marcelo para que despejara Albiol, y entre medias un paradón de Casillas a un cabezazo de Baraja. Fueron quince minutos, nada más. En el resto del choque sólo existió el Valencia, mientras que el Madrid se dejó llevar y algunos de sus futbolistas, como Heinze, Cannavaro, Javi García o Van der Vaart volvieron a demostrar que no tienen nivel para jugar en el Madrid. No decimos ya en un equipo con aspiraciones de ganar la Liga de Campeones. No. Decimos en este Madrid. En el lado opuesto siempre surge la figura de Raúl, al que se le podrá discutir su acierto, pero nunca se le podrá reprochar su entrega, su profesionalidad.
Enfrente el Valencia se apoyó en el orden, en la velocidad y en una buena circulación del balón para sentenciar en cuatro minutos, los que fueron del 28 al 32 del primer tiempo. El primer gol nació de una combinación entre Marchena, Silva, Villa y Mata, nacido en la cantera del Madrid y que batió a Casillas después de deshacerse de Cannavaro con un simple movimiento de cadera. Fue una acción preciosa, ejecutada al primer toque por todos sus protagonistas.
Villa rozó el gol poco después, con un tiro que rozó la base del poste, pero fue Silva quien firmó el segundo, con la colaboración de Casillas, que mostró su versión más humana.
Con todo decidido se alcanzó el descanso y en la reanudación se vio a un Madrid más animado, quizá de forma ficticia, ya que el Valencia se relajó y bajó el ritmo. Se equilibró algo el choque, que no el marcador, que se amplió a falta de poco más de 20 minutos, con un golazo de Baraja. Desde el borde del área 'empalmó' sin dejarlo caer un balón que le había puesto desde la derecha Pablo, que había sustituido poco antes a Joaquín, que estuvo brillante esta vez.
En el Madrid, Van der Vaart había ocupado el sitio de Javi García, sin que mejorara la situación, que tampoco mejoró con la entrada de Drenthe por Marcelo, que se perderá por sanción el partido contra el Villarreal, donde tampoco estará y por el mismo motivo Gago. Quizá se pudo probar otra variante con Huntelaar en ataque, pero Juande Ramos prefirió dejarle sentado en el banquillo.
Lo mejor para el Madrid es que ya resta una jornada menos para que termine la Liga, mientras que el Valencia sigue en su carrera por alcanzar la Champions. Se jugará muchas de sus opciones la próxima jornada contra el Atlético y con las bajas de Marchena y Silva, sancionados.
