El "Emperador" será presentado mañana, en la sede del club rojinegro en Río de Janeiro, y estará preparado para su incorporación al equipo para el Campeonato Brasileño y para la Copa de Brasil, explicó el club más popular de Brasil en un escueto comunicado. El club no aportó detalles sobre la operación financiera, ni de cómo se va a costear el salario del delantero, ni de cuál va a ser la duración del vínculo entre el ariete y el club.

La semana pasada, cuando las negociaciones aún estaban en marcha, el presidente del club, Delair Dumbrosck, explicó que sería un patrocinador el que costease la operación y aseguró que Adriano jugaría en el Flamengo hasta junio de 2010, antes del Mundial de Sudáfrica. El mundialista de 27 años se formó precisamente en el club carioca, en el que permaneció hasta 2001, año en el que emigró al Inter de Milán, del que se desvinculó oficialmente la semana pasada.

Adriano consiguió rescindir su contrato sin tener que pagar compensación económica al club, a pesar de estar atado por una cláusula de rescisión millonaria. El jugador se quedó en Brasil después del partido de las eliminatorias del Mundial entre la selección "canarinho" y Perú en Porto Alegre, el pasado 1 de abril.

Después de pasar varios días en paradero desconocido, lo que llevó a la prensa a especular hasta con su muerte, el delantero apareció en público y afirmó que pasaría "varios meses" sin jugar, para repensar su carrera, incluso barajando la posibilidad de colgar las botas. Con la selección, Adriano ha ganado la Copa Confederaciones de 2005 y la Copa América de 2004, en la que fue el máximo goleador con siete tantos, entre ellos, los dos que anotó en la final contra Argentina, que acabó con un contundente 4-1 para la selección "canarinho".

En el Inter de Milán, ganó tres ligas, dos copas y otros trofeos menores. Para el Flamengo, que acaba de ganar el campeonato regional de Río de Janeiro, el fichaje de Adriano supone toda una redención ante su afición, después del frustrado intento de contratar a Ronaldo, que eligió finalmente unirse al Corinthians.