Morris resucita al Recre

Hace varias semanas, cuando el Recre entró en una dinámica demasiado preocupante, eran muchos los que apelaban a la épica como único remedio para mantener vivo su sueño. Dicho y hecho. Ayer, en el fortín del Reyno, donde no cabía ni un alma más, los onubenses tiraron de coraje y buen juego para voltear un resultado que le mandaba directo a Segunda, como más duele, sufriendo poco a poco. Pero no. Entre Ersen Martin y Morris apuntillaron a un rival que ya saboreaba la salvación y que ahora se complica la vida con el necesitado Getafe y el Tourmalet a la vuelta de la esquina. Quizás Osasuna acusó en exceso la rigurosa expulsión de Sergio Fernández, pero su muralla no tuvo respuestas ante la excepcional locura onubense.

La imagen de los jugadores navarros hundidos tras el pitido final es un indicio de lo que le espera a la sufrida afición navarra. Sobre todo porque vio la gloria muy cerca tras un perfecto cabezazo de Pandiani en una jugada de saque de banda. Quien quiera aprender a golpear el balón bien de cabeza, que repase vídeos en los que salga este uruguayo.

El Recre no daba con la tecla, aunque nada más comenzar Sisi perdió la oportunidad para salir a hombros de Navarra, pero falló ante Roberto. La media estocada que le dejó el 'Rifle' a los albiazules permitió a los de Alcaraz quitarse la presión del descenso. Todo se veía perdido, casi sin merecerlo, porque Osasuna sólo metía miedo a balón parado. Por algo es el mejor equipo de la Liga en esta faceta y por algo el Recre se ha condenado más de una vez cuando el balón sobrevuela el área de Riesgo.

Poco a poco, Camuñas encontraba un buen amigo en Colunga y entre ambos querían enmendar el desastre. En una preciosa acción del asturiano Sergio vio una amarilla que a la postre tuvo una gran repercusión en el encuentro. Mientras, el ex de Las Palmas se topó con el poste en otra acción perfecta de Camuñas y después Roberto le paró un cabezazo que olía la red.

Remontada.

El descanso recuperó la mejor versión del Recre, que se presentó sobre el césped como un ciclón. Tanto fue que la afición local comenzó a pitar la pasividad de los suyos. En el Reyno sabían que el partido no estaba sentenciado y que en cualquier momento la alegría podría convertirse en lágrimas.

Así fue. En otra cabalgada de Colunga, Sergio le cerró el paso con el brazo y Rodríguez Santiago le mandó a los vestuarios. Alcaraz reaccionó con unos cambios ofensivos porque su equipo se jugaba la vida. Camacho sufría y esperaba con ansia el pitido final. Aunque todavía quedaba mucho por delante.

La salida de Ersen Martin aseguró más presencia albiazul en el área local y el turco respondió. Ningún defensa navarro podía con él. Empató a falta de nueve minutos, tuvo el 1-2 en una jugada de varios taconazos y el miedo apareció por el Reyno. En el 94', Morris rescató una volea para dar vida al Recre y, de paso, meter en un buen lío a Osasuna...