Soria promete guerra

E l Málaga se sabe la película de este año en Soria. Tapia también, entre otras cosas porque él fue actor de reparto. En Málaga, en 2006, Manolo Hierro, entonces director deportivo, destituyó a Tapia porque creía firmemente que podía sacar al equipo del infierno. La realidad le dio un tortazo: hizo siete de 51 puntos y el Málaga, invertebrado, se fue a Segunda en medio de un escándalo. Seguro que Pacheta lo hizo con la mejor intención, pero lo cierto es que le dijo a Kresic que él creía que el Numancia podía estar entre los diez mejores de la Liga. Lo destituyó y va el último. Pacheta está a punto de pasar a la historia como el entrenador que descendió al Numancia en la temporada 2008-09 y Antonio Tapia, el entrenador que destituyó Hierro y regresó a Málaga gracias al tino de Fernando Sanz, puede entrar en los libros de historia.

Así está el asunto antes de este Numancia-Málaga que se juega a las diez de la noche, un horario que debería ser estrella y es basura porque los bares estarán haciendo el tercer tiempo del Madrid-Barça. Y en Soria, donde ya se olisquea fiesta en Herradores, nadie sabe cuánta gente acudirá a Los Pajaritos, que ya se ve en el ascensor otra vez. Cómo cambia la vida. Hace un año casi exacto, Numancia y Málaga jugaron una preciosa mañana de domingo abrazándose antes del ascenso. El Málaga se fue preocupado de Soria y el Numancia firmó virtualmente aquel día el ascenso. El ahora es radical. El Numancia en el abismo, el Málaga rozando Europa. Pero esa no es la realidad de esta noche. Soria tiene orgullo y sus jugadores más. Lo demostraron la semana pasada en Almería. Allí, con 2-0, podían haber bajado los brazos, pero se mantuvieron en pie y casi empatan el partido. El Numancia siempre tiene argumentos, especialmente en casa, donde es peligroso con Goiria, Del Pino, Barkero. Y eso que Aranda se ha lesionado. Pacheta anuncia revolución: Aranda y Quero. El Málaga sabe cómo se las gasta en Soria, pero es un equipo comprometido y ve la hazaña cerca. Durante meses, la crítica se ha empeñado en anunciar su caída y a cinco jornadas del final sigue vivo, a un solo punto del Atlético de Madrid. La gloria está muy cerca. Por eso Tapia no se deja nada en casa, ni siquiera a Apoño, que fue duda hasta última hora. Y anuncia artillería pesada: Luque, excelso ante el Depor, Baha, Duda y Salva o Adrián. El Málaga está pendiente de El Madrigal. Y pendiente de Sevilla donde mañana juega el Atlético ante el Betis. Pero, por encima de todo, pendiente de un partido que le puede subir a la cumbre. Aunque para Everest, el que le espera al Numancia.