NewslettersRegístrateAPP
españaESPAÑAchileCHILEcolombiaCOLOMBIAusaUSAméxicoMÉXICOusa latinoUSA LATINOaméricaAMÉRICA

El reportaje | Fotos con leyenda

"En Odessa veía rusos por todos lados pero esa tarde tenía imán"

Fotos con leyenda. Mariano García Remón entró en lo mejor de la historia europea del Madrid como el 'Gato de Odessa', tras una portentosa exhibición blanca (bueno, roja, porque se vistió ese día de rojo) ante el Dínamo de Kiev. El meta y el capitán, Zoco, recuerdan esa batalla.

José Damián González
Actualizado a
Zoco y García Remón.
helios de la rubia

La historia reserva a veces fechas estelares, partidos memorables que quedan enmarcados para siempre en la vida de sus protagonistas. Y aquel 7 de marzo de 1973 arrancó la leyenda de Mariano García Remón, el mítico 'Gato de Odessa'. Con él y con Ignacio Zoco, el gran capitán de aquella época, rememora AS el choque de ida de los cuartos de final de la Copa de Europa contra el Dínamo de Kiev, el poderosísimo equipo del Ejército que aglutinaba a los mejores futbolistas de la extinta URSS. Un duelo que acabó con empate a cero gracias a la prodigiosa actuación del guardameta madridista (en la vuelta pasó el Madrid, 3-0, aunque caería luego en semifinales con el glorioso Ajax de Cruyff), y que además dejó la anécdota de ver al equipo blanco vestido de rojo, la tercera (y última) vez en su historia. Las dos anteriores fueron dos años atrás, en partidos de Recopa contra el Cardiff (11 de marzo del 71, 1-0 en contra) y el PSV Eindhoven (14 de abril del 71, empate a cero), con un matiz: en estos dos partidos el Real fue todo de rojo pero en Odessa las medias sí fueron blancas:

García Remón: "Pensaba que había sido la primera vez que vestíamos así, y la verdad es que no recuerdo por qué lo hicimos. Fíjese que la camiseta lleva bordado el escudo del Madrid y antiguamente el escudo se bordaba a mano, o sea, que se necesitaba tiempo. Quiero decir que por lo que sea el Madrid pensaba ya en utilizar esta equipación en esta Copa de Europa, y no la que lucíamos habitualmente, la de azul morado. Lo que sí recuerdo es que para don Santiago Bernabéu era un partido muy significativo en la historia del club, el número cien en Europa. El presidente entró en la caseta antes del encuentro y me acuerdo que incidió mucho en ese detalle, en lo importante que sería que el partido del centenario pasase a la historia con un buen resultado. Yo era un recién llegado, un novato, y me impactaba mucho cuando hablaba don Santiago".

Zoco: "Yo sí me acordaba de que jugamos de rojo en Cardiff, aunque no tanto de la segunda vez en Holanda... Pero con esa diferencia de las medias, rojas allí y blancas en Odessa. No he vuelto a ver esa equipación, hay pocas imágenes. Sí me acuerdo de otros detalles aparte de la exhibición de Mariano ese día: me entregaron un pan enorme a la salida del campo como regalo por ser el capitán del equipo y hacía frío, mucho frío en Odessa aunque jugamos allí porque estaba al nivel del mar y no se podía hacerlo en Kiev por culpa de la nieve. Pero déjeme apuntar que jugamos ese año la Copa de Europa porque la temporada anterior ganamos una Liga en la que nadie confiaba, la del año 72. Fue la campaña en la que se produjeron las incorporaciones de Aguilar y Santillana, que venían del Racing con otro portero, Corral; de Verdugo, un lateral izquierdo que jugaba en el Córdoba, la del propio Mariano... y ni Prensa, ni aficionados en general nos veían con posibilidades de conquistar el título. Se decía que el Madrid había fichado a jugadores de Segunda y luego no sólo ganamos la Liga tras una temporada fantástica, sino que estos jugadores demostraron su calidad durante muchos años".

El hombre del espacio.

Vayamos con el héroe del partido, con el 'Gato de Odessa', con el 'hombre del espacio', que así tituló Gerardo García su crónica en AS:

García Remón: "Cuando estás jugando y acabas el partido, hombre, sabes que te ha salido redondo, pero no te das cuenta de la repercusión histórica que iba a tener con el paso de los años. Fue luego más el futuro lo que me dejó marcado por esa actuación. Fue un partido muy completo, ellos tenían un gran equipo, con el extremo zurdo Blokhin como gran figura. Y atacaron y atacaron sin parar, a veces llegaba a pensar que el campo estaba inclinado siempre hacia nuestra portería... El Dínamo de Kiev en esa época era el símbolo de la UnIón Soviética, de la URSS, de todo el 'conglomerado'. Todo el mundo trabajaba para ese equipo, era el equipo del Ejército y todos los mejores jugadores acababan en él. Eran muy buenos. Blokhin marcó una época pero en esos años no podían salir de la Unión Soviética, pese a que los grandes clubes europeos le querían, a él y a varios compañeros. El Madrid estaba como loco por traérselo y se hicieron gestiones de todo tipo para que viniese al Bernabéu, pero no se consiguió".

Zoco: "La verdad es que fue un partido atosigante. Nos costaba mucho salir del área. Mariano se ganó bien y a pulso lo de 'Gato' porque las sacó por todos lados, les puso nerviosos, les desesperó, casi les desquició. Después de cada parada suya, e hizo un montón, recuerdo que ellos se llevaban las manos a la cabeza, no se lo creían, fueron tantas y tan decisivas... Como dijo Muñoz, aquel día Mariano puso la estampita en la portería. También dijo don Miguel que habíamos sudado la gota gorda y la verdad es que lo sudamos, pero a base de bien a pesar del frío que hacía. Y mira, Mariano, a tí en el AS te pusieron un cuatro pero a tu colega, al otro portero, un tal Samokin porque Rudakov, que era el titular, estaba lesionado, el cronista le dejó sin calificar por falta de trabajo. Yo, desde la defensa, francamente lo viví asfixiado, saltaba a derecha e izquierda, metía la pierna, el trasero, lo que hiciera falta, qué desespero. No he vivido jamás ningún otro partido de mi carrera, y estuve doce años en el club, tan agobiado y con el culo metido en mi área".

El chico de 23 años.

Se consagró García Remón, que también recuerda que fueron 90 minutos agobiantes:

García Remón: "Fueron muchas paradas y varios uno contra uno, pero chico, ese día la pelota o la sacabas, o la atajabas, o la rechazabas, o te rebotaba. Yo veía llegar rusos por todos lados, pero fue de esos días en los que tenías un imán en el cuerpo. Todo te llegaba a tí. Mis compañeros se multiplicaron y se sacrificaron como nunca, pero fue mucho ataque de ellos, sí, un aluvión de ocasiones, un partido muy comprometido y en un campo que no era como los de ahora porque había barro y hasta una mala iluminación. Lo de 'Gato' me lo puso Julio César Iglesias, que luego bautizó también a la Quinta del Buitre. Y claro que me gusta pasar a la historia así, es un apodo bonito que ha quedado, que ha perdurado en el tiempo".

Fue tal el dramatismo que hasta Bernabéu, que viajó pachucho a Odessa pero que quería estar en efemérides tan importante para el club como la del centenario en Europa, no aguantó y se tuvo que ir al hotel antes de que acabara el partido: "Ya soy viejo para sufrir tanto", dijo. ?

García Remón: "Después de cenar pasaron el partido en diferido allí en Odessa. Lo vimos en el hotel y casi nos agobiamos igual que unas horas antes: es que no se podía salir por la presión que nos metieron. Lo pasamos mal, pero luego aquí en el Bernabéu les ganamos 3-0, y todo fue al revés porque el ambiente del Bernabéu de las grandes citas les pesó y les tocó entonces a ellos no pasar casi del medio campo".

Zoco: "¿Pero cómo que no íbamos a pasar? Yo estaba seguro pese al sufrimiento de Odessa y le gané una apuesta a Ruperto Sagasti, que era un español que llegó a la URSS de pequeño por lo de la guerra, creo, y que hacía de intermediario e intérprete. Sagasti me dijo: 'Ignacio, es imposible que el Dínamo tenga tanta mala suerte y que Mariano vuelva a parar tanto como en este partido, os vamos a eliminar'. Le respondí que 'te juego lo que quieras a que pasa el Madrid', y le gané una cena".

Juntos en la foto.

Y ahí acabaron los dos, veterano y novel, capitán y meritorio, saliendo juntos del campo:

García Remón: "Yo tenía 23 años y se ve que me voy sonriente, feliz por mi actuación y por el resultado, digamos que con la satisfacción del deber cumplido. Y salgo con Ignacio porque él era no sólo el capitán sino, además, una sabia mezcla de compañero y líder".

Zoco: "Pues yo llevo una cara de 'baldao' que no veas... No podía más. Estaba cansadísimo, el desgaste físico en un campo tan embarrado fue tremendo. Pero eso te lo digo ahora porque en el Madrid ni se nos ocurría decir que estábamos agotados, ni te podías poner malo aunque fuera con dos décimas de fiebre; había tanta competencia en la plantilla que si te perdías algo, te quitaban el sitio y tardabas meses en recuperar la titularidad. Pero eso es el Madrid".