El día en que Paunovic se vistió de gloria

Para los aficionados del Tenerife contemporáneos, es decir, después de los años mágicos de Primera División, decir La Romareda es decir Veljko Paunovic. Es más, hasta podrían considerarse sinónimos. Es que el jugador balcánico se consagró en ese campo hace seis años. Allí confirmó la idolatría que gran parte de la grada ya le profesaba. Fue su tarde de gloria. Un día inolvidable.

David Amaral llevaba pocos partidos en el banquillo y aquel Tenerife pareció reaccionar y querer engancharse a los puestos altos, pero le tocó el duro escollo de visitar a uno de los claros aspirantes al ascenso. Eran las 17:30 horas del sábado 1 de marzo de 2003 cuando dio comienzo el partido. Un gran ambiente en los graderíos recibió a los tinerfeños que jugaron uno de los mejores partidos de aquella temporada en La Romareda.

Y lo que parecía difícil lo simplificó el serbio con un hat-trick que reventó el partido en cinco minutos. El primero llegó en el 29 con un disparo lejano que sorprendió a Lainez, el segundo, en el 31 con un cabezazo a centro de Dani y el otro, en el 34, en una contra.

De nada sirvió el empuje local y el descuento de Jesús Muñoz en la segunda mitad. Y cuando los aragoneses se quedaron con diez futbolistas sobre el terreno de juego, la victoria estaba resuelta para el bando visitante.

"Esto es inolvidable para mí. Hay que sentirlo en propia piel para explicarlo", dijo el delantero a la salida de los vestuarios tras el 1-3. Y no era para menos. "Esto es un trabajo de todos", agregó con su habitual humildad.

Además, el Tenerife firmaba su quinta victoria consecutiva y soñaba con dar alcance a los punteros del campeonato, algo que al final, no sucedió. Los siguientes resultados ya no serían los mismos y la campaña acabó sin pena ni gloria, una gloria que Veljko Paunovic se llevó en ese partido para no olvidar en el estadio de La Romareda.

1-3

El resto de la historia en tierras mañas

Al margen de ese 1-3 en la última visita a suelo maño, al Tenerife no se le da del todo bien el estadio de La Romareda. De 15 encuentros ligueros disputados -12 de ellos en Primera División- sólo ha ganado tres veces, por cinco empates y siete derrotas. La alegría del 2003 se suma a la del 8 de octubre de 1995 cuando ganó 0-2 con goles de Juan Antonio Pizzi y Pinilla y otra del 31 de marzo de 1991 cuando los tinerfeños vencieron por 0-1 gracias a un gol del tristemente desaparecido Rommel Fernández en el minuto uno de partido. Lo demás, casi mejor no recordarlo. En enero de 1997 parecía que llegaba la cuarta victoria, pero Fernando Morientes empató en el minuto 89. Entre las decepciones más tristes figura un 4-1 de 1978 o un duro 6-2 de noviembre de 1993. Hasta Pier le anotó al Tenerife cuando vestía los colores del Zaragoza. La primera vez que se vieron las caras fue el 22 de octubre de 1961 y los maños vencieron por 3-1. Moreno hizo el tanto insular, mientras que José Luis, Miguel y Seminario hicieron los goles de los locales.