Ni recurrirá la roja a Movilla ni protestará a la Federación

El paso de las horas y, sobre todo, la fuerza de las imágenes, de verlas una y otra vez se entiende, han hecho desistir al Murcia de recurrir la roja vista por Movilla en el Nou Estadi. Tampoco habrá repulsa 'pública' de la entidad por lo que se entiende, después de los innumerables penaltis señalizados al Murcia en las últimas semanas -cuatro en Sevilla, otro en Gerona y un quinto ante el Nàstic en Tarragona- es una persecución en toda regla.

El día después a caer goleados en Tarragona, y en claro contraste a las primeras reacciones 'en caliente', en suelo catalán, fuentes del club consultadas por AS hacían más hincapié en que el equipo recupere su punto futbolístico perdido que en el calamitoso arbitraje de González González.

Quejas entre bambalinas.

Eso no quita para que en la zona noble de Nueva Condomina no se piense en mostrar por 'conductos internos' el malestar por los últimos arbitrajes ante el Comité Nacional de Arbitros a través de la Federación. "Eso es cosa del presidente y de la gente de Madrid, nosotros ahí no podemos llegar" se escudan al ser preguntados los empleados del club.

El mismo sentir que ya no ocultan los propios futbolistas. Uno de ellos, Capdevila, fue muy gráfico tras el partido: "Nosotros no podemos llegar a ese punto eso es una cuestión que debe resolver el club. No es normal que nos piten tantos penaltis". Pues bien, de momento y salvo cambio imprevisto, ese golpe no se dará. Campos se quedará sin Movilla para la final ante el Éibar y todo quedará en un berrinche... En el 'otro fútbol' el Murcia tampoco gana.

El más castigado: 12 penaltis y 6 muy discutidos

El Murcia está sufriendo más que nadie desde el punto de penalti esta campaña. A los grana le han señalado la friolera de 12 penas máximas, de las cuales la mitad de ellas se señalaron injustamente de forma manifiesta o al menos fueron de lo más riguroso (ante Levante, Real Sociedad, Xerez, Castellón, Sevilla At. y Nàstic). Pero más allá de eso Elía está siendo el más castigado una vez que las tres veces que ha sido capaz de evitar que el rival marque el colegiado de turno obligó a repetir el lanzamiento: ocurrió en Salamanca, Sevilla y Tarragona. En estos dos últimos casos el agravio es aún mayor ya que se demostró videográficamente que el colegiado de turno se equivocó primero en la señalización y que después fue demasiado riguroso acusando al meta navarro de moverse antes de tiempo en el lanzamiento. Decisiones que minan moralmente y en Sevilla incluso costaron dos puntos. De ahí la cierta psicosis que existe en el equipo con los árbitros últimamente.

Samper y su amigo Villar

Pocas veces una relación tan estrecha y fluida con el poder como la que tiene el dueño del Murcia Jesús Samper con los rectores de la RFEF dio tan pocos privilegios. La, en teoría, línea directa con los despachos en los que se mueve todo el fútbol patrio no le sirve al Murcia para nada. A los hechos, a los penaltis, a tanto mal arbitraje, debe remitirse.

Guillamón fue el único VIP

Con Jesús Samper fuera de cobertura (de misión personal en el Cono Sur); con el, en teoría, presidente José Ángel Serantes en paradero desconocido; con el en la práctica jefe del día a día, Del Río en Murcia; fue Juan Guillamón la única representación del club en Tarragona. Una embajada 'bajo mínimos' de un Murcia que demanda más atención.