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Liga BBVA | Málaga - Deportivo

Pasarela hacia Europa

Málaga y Depor, final anticipada por un puesto de UEFA

<b>EN SU CASA. </b>Juan Rodríguez posa para AS a su llegada al aeropuerto de Málaga.
paCO rODRÍGUEZ

Se derrama ilusión en Málaga y A Coruña. Llegar sexto y octavo en la tabla a seis jornadas del final del campeonato es algo así como alcanzar El Dorado. Y por ser tan insospechado, los dos están liberados de presión, todo lo contrario que Valencia, Villarreal o Atlético, sus rivales en la carrera. Los dos, Málaga y Depor, han optimizado al máximo sus recursos. Han puesto en el escaparate jugadores casi anónimos que hoy son sensaciones: Lassad, Apoño, Lafita, Gámez (que hoy no estará, por cierto). Los dos sacan jugo de futbolistas gran reserva: Valerón, Salva, Luque. Los dos tienen entrenadores de manual que han convencido o han estorbado lo menos posible a sus artistas en la carrera: Tapia y Lotina. Y, al fin, los dos se ven esta noche en La Rosaleda jugando un partido que es casi una final, porque quien gane estará en el trampolín hacia la gloria.

Málaga y Depor no especulan, juegan a tumba abierta y son valientes. Con el Depor apurado, Lotina metió presión y dijo que el objetivo de su equipo era Europa aunque el presupuesto diga lo contrario. Tapia se encierra en el vestuario con sus jugadores y le dice que la Champions es posible. Y el Málaga juega convencido, con esa confianza que le permite ganar en Villarreal y Pamplona en dos semanas. Remonta partidos, hace goles como churros y enamora a su afición, que lleva algunas semanas sin ver una victoria en casa pero no desespera. Aprieta y aprieta. Lo sabe el Depor, que también llega cargado de autoestima. Ganó en San Mamés un partido de importancia capital y lo certificó ante el Almería. Se ha reenganchado y, por historial, está más preparado para estas citas que el Málaga, que sin embargo ya no se puede tapar.

Es hasta un partido emotivo. Por Juan Rodríguez, hijo de una familia de malaguistas de base que superó un escollo detrás de otro para hacerse un hueco en el primer equipo (gracias también a Tapia) y conquistó un nombre y un buen contrato en el Depor. Hoy vuelve a su casa. Y, por supuesto, en A Coruña hay muchos ojos puestos en Luque, jugador con especial querencia por el Depor que dejó goles y millones en la caja. Pero esta noche su capote es para los malaguistas. Huele a partidazo.