Liga Adelante | Tenerife - Las Palmas
Caldera de pasiones en el Heliodoro
Llenazo asegurado para un derbi de contrastes: el Tenerife es favorito; Las Palmas busca la rebelión
Un 4-0 a favor del Tenerife o profanación en toda regla del Heliodoro para bendición de la Unión Deportiva. Años hace que no se recuerdan visiones tan extremistas a propósito del clásico canario, que juntará 24.000 almas en el coliseo de Santa Cruz. Asistencia récord para un partido que maneja sus vísperas sin tibiezas. Pide sangre la parroquia local, extasiada porque su gente va lanzada a Primera y abrillanta méritos con una diferencia abrumadora con el vecino: 22 puntos. Desde Gran Canaria las oraciones imploran un saqueo que es aspiración furtiva dados los condicionantes actuales. A noventa minutos se abonan todos los sueños. No hay imposibles con la pelota rodando. De ahí, la mística que envuelve lo que se va a vivir hoy, grandioso en dimensión social y pura delicia en su vena competitiva. Exista o no derrama de fútbol, nadie discute la generosa ración de orgullo y raza que se librará en el césped. Garantía, en suma, de espectáculo.
La confrontación no traiciona sus valores y cargas simbólicas: colapsa el Archipiélago y perfuma de fiesta cada provincia con el cruce de escudos, himnos y linajes. Fútbol y genes compatibilizan rangos cuando llega el derbi.Y los protagonistas asumen el tonelaje que supone ser depositarios de tamaños encargos. Vencer y convencer se pide cuando el de enfrente es el enemigo histórico. No se trata de una jornada al uso. Hasta en el calentamiento impone la liturgia de la ocasión. Oltra y Vidales así lo han transmitido convenientemente a lo largo de la semana, aunque las tropas bastante aleccionadas están. Sobran y hasta incomodan las insistencias.
En el Tenerife no se toca la trituradora. Jugarán los de siempre, que ya es decir. Lavado de cara a todo el que pilla, da igual si en sábado o domingo. Alfaro, Kome, Nino y compañía no discriminan. Así lucen. En la otra trinchera, la Unión Deportiva, con el importante matiz de la baja de Miguel García, su mejor sostén defensivo. Aliviada por su cosecha reciente de puntos, mira a la cara al Tenerife. Prohibidos los complejos. Hay partido.