Sólo hay dos campeones de Copa en la actual plantilla rojiblanca, Gorka Iraizoz y Aitor Ocio. Lo fueron con Espanyol y Sevilla, pero sin participar sobre el césped en la final. Para ambos, levantar ahora el trofeo con su club del alma y hacerlo como actores principales debe ser lo máximo. El central sólo tenía siete años cuando su padre no se atrevió a traerle a Bilbao a la multitudinaria celebración por la Ría del último título del Athletic, ante el Barça. Aitor mamó en su casa de Vitoria un sentimiento rojiblanco muy profundo. Soñó en convertirse algún día en protagonista de una gesta similar y defender la camiseta con el ímpetu de su gran ídolo, Andoni Goikoetxea. AS reunió ayer a ambos en la primera de las cuatro entregas de un serial de tertulias entre los últimos campeones y los que aspiran a serlo un cuarto de siglo después.

Qué mejor escenario para el encuentro entre ambos que el restaurante El Arco de La Catedral, donde Jose Pereda se desvive por trasladar su pasión por el Athletic a su fiel clientela. No hay más que ver la decoración del establecimiento, en la que destaca un mural de instantáneas de nuestro compañero Juan Flor. Goiko y Ocio se sintieron como en casa, compartieron experiencias y deseos. Se desearon suerte, porque si el Athletic gana el 13 de mayo, ambos apretarán los puños y mirarán al cielo. Si fuese por su fe, la Copa número 25 ya está en el Botxo.

De hecho, el gasteiztarra ya se imagina celebrando el título. Aprovechó la ocasión para pedir a Goikoetxea un favor: le gustaría lucir su camiseta antigua con el número 5. Esa zamarra pegada a la piel que con tanto orgullo batió a Maradona y compañía el 5 de abril de 1984. Hubo suerte, el imponente central de Alonsotegi la guarda como oro en paño. Eso sí, que no se acerque un solo aficionado a pedírsela a Ocio, porque debe volver a su museo particular, junto al acristalado en el que están las botas con las que lesionó en el Camp Nou al astro argentino.

"Es un orgullo poder participar en un partido así. Del 84, sólo me quedan recuerdos de la televisión, tanto del encuentro como de la celebración, porque mi padre no se atrevió a traerme a Bilbao. Fiché por el Athletic con el sueño de ganar un título y ahora está ahí cerca. Falta superar al Barcelona, como entonces".

Aitor Ocio es, ante todo, respetuoso con los mitos. Y Goiko lo es. Muy grande. 369 partidos con el Athletic, 44 goles, 4 títulos (dos Ligas, una Copa y una Supercopa), dos subcampeonatos de Copa y uno de la UEFA, 39 veces internacional... El tío puso sus bemoles para tirar aquel penalti ante Dinamarca en el Mundial de México, en Querétaro, antes de que Butragueño pasase a la historia con sus cuatro goles. Para Goiko, aquel 1-0 al Barcelona con gol de Endika es quizás su mejor recuerdo como león. En su ego personal, está también aquella salida a hombros de La Catedral en el 4-0 contra el Lech Poznan polaco, una reivindicación a su durísima sanción por la cazada a Maradona. No tiene miedo a este Barcelona. Sólo respeto. Cree que aquel equipo de Menotti también era un gigante y se arrodilló.

"En el Bernabéu jugamos como en casa, porque tres cuartos de la grada era nuestra. Sólo se veían banderas rojiblancas. Tenían a Maradona y Schuster. ¡Casi nada! Aquel Barça era un gran equipo y se arrodilló. El ambiente, como entonces, va a ser tremendo. La pena es la capacidad del aforo, pero nuestra afición parecerá el doble que la azulgrana".

Talismán Mestalla.

Lanza un guiño recordando que el Athletic escribió una de sus páginas más emotivas en la historia reciente en Mestalla, escenario en el que ganó media de su segunda Liga con un 1-2 en el que marcaron Dani y Noriega. Tres mil personas viendo sus entrenamientos previos y muchas más en la grada. Una situación que se puede dar en la víspera de este reto ante el Guardiola Team.

La clave es dar con la fórmula para batir a este Barça tremendo. Aitor Ocio vio su partido del miércoles contra su Sevilla y se quedó impactado. De todos es sabido que el Athletic no está cómodo en el repliegue, que lo suyo es salir a presionar al rival y robar en campo contrario, pero ya se pueden ir preparando para un encuentro en el que habrá que organizarse bien atrás en algunos momentos.

"La trayectoria del Barcelona en las tres competiciones es espectacular y, por ahora, no han demostrado carencias. Está claro que nosotros no podemos competir contra ellos en un torneo de la regularidad. Ha habido rivales inferiores que le han ganado (Numancia y Espanyol). Ofensivamente, es un equipo con muchos recursos, pero también hay que valorar lo bien trabajados que están tácticamente, lo que aprietan desde arriba".

Goiko aporta la receta con la que se cocinó aquel triunfo histórico por 1-0 en el Santiago Bernabéu con gol de Endika "a la salida de un córner y con un centro de Argote con la pierna derecha". Desempolva cómo se tejió el marcaje a Diego Armando Maradona. No fue individual, por mucho que en repetidos pasajes se le viese amarrado por Txato Núñez. "Había que estar muy encima de él, que no se diese la vuelta con el balón y participase lo menos posible en vertical".

Mejor que Messi.

Llegan las comparaciones del astro argentino con Leo Messi. "Maradona era mejor que Messi, así de claro. Con todo lo que está demostrando Messi, hablamos del número uno del mundo en su momento contra un futbolista que aún se está haciendo, que no ha ganado grandes títulos". La afirmación de Goikoetxea retumba en las paredes del restaurante de la bilbaína Calle Licenciado Poza.

La clave es no asustarse, creer de verdad que los azulgranas no son imbatibles. Como los de Caparrós salten a Mestalla con complejos, no hay nada que hacer.

"Debéis afrontar el partido desde la confianza de que no sois inferiores al Barça. Sólo es un partido y, por mucho potencial que tenga, el Athletic puede ganar. Se habla mucho de Messi, de Etoo, de Henry... Pero a los que hay que contrarrestar de verdad son a Xavi e Iniesta, presionarles para que no se sientan cómodos. Aitor, os tenéis que meter en la cabeza que va a ser el partido de vuestra vida, que podéis derrotar al Barcelona y hacer historia, aumentar la gloria de este club. Son superiores, pero lo tienen que demostrar. Os sentiréis muy apoyados por la gente y eso vale mucho".

El central alavés, que atraviesa por un delicado momento en lo anímico tras sus dos injustas últimas expulsiones, escucha muy atento las explicaciones de Goikoetxea, quien añade su sabiduría como viejo león a su capacidad como entrenador. En plena comida, con marisco, verdura y un pescado de campeonato regados por un excelente Sierra Cantabria, el míster descubre que estuvo a punto de ficharle para el Compostela. El actual león recuerda el pasaje y que llegó incluso a hablar con Goio Soria, otro ex de Lezama, para que le contase cómo veía al club de Santiago. "Lo fastidiaría algún cero a la derecha", bromea Goiko, quien asiente cuando se habla en la mesa que al Athletic le falta un secretario técnico para acometer los fichajes. "Si fuese yo, tú serías mi ojito derecho", dice entre risas el campeón rojiblanco. Todo prudencia, Ocio no puede sino recibir como un halago la propuesta.

Las entradas.

Hay un lío gordo con el asunto de las entradas para la final, todo un quebradero de cabeza para quien esté relacionado con lo rojiblanco. Ocio asegura que la gente no cree a los futbolistas cuando dicen a su entorno que no tienen billetes ni para satisfacer la demanda de la familia. Su colega de puesto dice que no había visto una expectación como esta en su vida. Y va más allá.

"El ambiente que se vivió en San Mamés el día del Sevilla fue inaudito. Jamás había visto al público así, creo que ni cuando ganamos la Liga a la Real".

Se ponen de pie para la sesión fotográfica y no pasa inadvertido un detalle, Ocio es un poco más alto que Goiko. Ahora que ya empieza a subir a los córners con más asiduidad, empezará a aportar más goles. Quién sabe si en la final. Sólo lleva uno, el de Pamplona. Y denuncia un claro penalti en boca de gol ante el Numancia. Se siente inspirado en esa faceta. No se le pide lo que lograban entre el mito y Liceranzu, pero sí un término medio.

Los jóvenes que no han podido conocer al gran Goiko sobre la hierba de San Mamés se perdieron a un central poderosísimo de cabeza a balón parado y en el despeje, pero también a una zurda privilegiada en el golpeo de empeine en las faltas. Era lo más llamativo, pero había que añadirle la faceta de líder en la génesis del juego de aquel equipazo de Clemente. Sus desplazamientos de balón de 40 metros, parados con el pecho o el interior por Dani y Argote eran la bomba.

Un par de victorias ligueras separan al Athletic de pensar sólo en la Copa, pero tras lo de Soria, tocaba un sorbo de Copa con ellos. Supo a gloria.