Zigic
"Vamos a ganar al Atleti a pesar de nuestras bajas"
Tiene tantos centímetros de altura (202) como de buen humor. Niko está radiante en Santander con su mujer, Sanja, y su niña, Miliça. Tanto que no descarta seguir. Lleva 10 goles en 13 partidos y quiere más. "Voy a hacer 15".
Llegó en enero y ya lleva 10 goles en 13 partidos disputados. ¿Sorprendido?
Satisfecho. Tenía mucha confianza cuando estaba en el Valencia pero Emery no contaba conmigo y, por eso, tenía reservado un sitio en el palco (sonríe). Me tuve que ir, pero sin rencor, eso s porque hay que respetar la forma de ver el fútbol de cada uno.
¿Y dónde está su techo?
Esta temporada quiero acabarla con 15 goles y con el Racing en Primera. Para eso hay que ganar al Atleti y lo haremos a pesar de las bajas.
¿Peligra la salvación?
No vamos a sufrir. Nuestro problema es que nos hacen falta seis puntos y, a veces, queremos lograrlos en un solo partido.
¿Y le gustaría continuar en Santander?
Ahora no pienso en eso. La decisión sólo dependerá de mí y todo es posible. No quiero moverme de España. Me encanta. Sobre todo el lechazo.
¿Por qué eligió el Racing en el mercado invernal?
Me llamaron Numancia, Betis, Espanyol... pero de Santander ya conocía todo. La cesión era de unos meses y no había tiempo para aclimatarme. Sólo para meter goles.
¿Y cómo llegó usted a España hace dos temporadas?
Portugal fue a ver un Estrella Roja-Roma porque quería a un lateral. Y se cruzó conmigo. Ese día metí dos goles; uno por la escuadra. Cambió mi vida. Me fichó en el último momento. Casi en el último minuto.
¿Y eso?
Era el último día de mercado y yo estaba concentrado con Serbia. Llegó Pernía. Me llamó mi presidente y le pedí a Clemente que me dejara ir a la reunión. Eran las 22:15 y estaba a 45 minutos. En media hora llegamos a un acuerdo. Hasta entonces no sabía nada pero necesitaba dar el salto. Aquí jugaban mis ídolos Vieri y Ayala. No podía decir que no.
Porque a usted le costó llegar a ser profesional...
Mucho. Jugaba al baloncesto, al voleibol y al balonmano. Fue en la mili cuando me decanté por el fútbol. Con 19 años se disparó mi carrera. En Montenegro jugué en el equipo del regimiento. Un día me enfrenté al Bar y estaba por allí Kalasan, mi actual agente. Al acabar me dijo que si quería probar en el Estrella Roja.
¿Y?
Fui. Estuve un mes a prueba. Fiche por tres años pero me cedieron a la Subotica. El Estrella Roja cambió de técnico y regresé. Hice muchos goles y me hice con un puesto, hasta que llegó mi padre.
¿Qué pasó? ¿Qué le dijo?
Que sólo sería profesional si acababa mis estudios.
¿Y qué hizo usted?
Acabarlos bien rápido.