Liga BBVA | Racing
"Muñiz no está solo; todos estamos con él"
Siempre risueño, el goleador serbio analiza la actual situación del Racing y confía en su permanencia. Valora el grupo humano que hay y no descarta seguir en la capital cántabra. "Dependerá de mí, pero ahora sólo pienso en el Atleti".
Dugui (alto en serbio). Así le llamaban sus compañeros en el Estrella Roja. Su estatura, obviamente, es lo primero que te llama la atención cuando te acercas a Nikola Zigic. Sus 202 centímetros lo elevan por encima del más común de los mortales. Pero gana, y mucho, en las distancias cortas. Con una Coca Cola en la mano se siente cómodo y habla, en un correcto castellano, de lo que se tercie. Habitualmente risueño, se le ilumina la cara cuando recuerda a su hija Miliça que, junto a su mujer Sanja, iluminan el fondo de pantalla de su móvil: "El 15 de mayo cumplirá un año. Estamos muy bien aquí. Somos felices". El semblante sólo le cambia cuando, inevitablemente, recuerda las guerras que se sucedieron en su país: "Fue un periodo muy jodido".
Con el pulpo a la plancha con crema de patatas, almejas a la marinera y machote al horno encima de la mesa, la conversación va y viene sobre diferentes asuntos y fechas con el fútbol como eje central.
El Racing abre la batería de preguntas: "Fue el primero de los equipos que se interesó por mí en agosto y preferí el Racing que al resto de los que me llamaron. Cuando te quieres adaptar a otro lugar, ya se acaba la competición. Tuve ofertas de Inglaterra pero no conoces nada ni a nadie, ni la cultura, ni el idioma. También me llamaron del Numancia, Betis, Espanyol... Pero aquí estoy como en mi casa. Soy feliz y juego".
Nervios. Tiene claro el por qué de los últimos resultados adversos: "Tenemos mucha prisa en lograr los seis puntos que nos faltan. Entramos muy nerviosos a los partidos; queremos ganar seis puntos en un partido".
Elogia a Pedro Munitis aunque ahora "no quiere jugar arriba, prefiere en la banda, aunque lo haría muy bien" y guarda un recuerdo especial de Miguel Ángel Portugal: "Fue uno de los que me cambió la vida. Me vio en Belgrado en un encuentro entre el Estrella Roja y la Roma. Metí dos goles, uno con la zurda que se coló por la escuadra. Vino a ver a un lateral y se fijó en mí. Pero me gusta más este Racing que el de Portugal".
Medhi Lacen le ha sorprendido: "En Valencia fue increíble el partido que hizo. Es el jugador que más me ha impresionado en esta segunda oportunidad", y sobre Muñiz se muestra firme: "Todo va bien con él. Siempre queremos jugar por abajo el balón, pero no siempre sale bien. Muñiz no está solo; estamos con él y él con nosotros".
Llega el turno de Francisco Pernía y el serbio relata, con semblante serio pero con una sonrisa en la cara, su fichaje por el equipo cántabro:
"Estaba concentrado con la selección y me llama el presidente de la Federación serbia. Me dice que vaya a un hotel que está a media hora de donde estábamos concentrados, que el Racing me quiere fichar. Eran las 10:15 de la noche y el plazo se cerraba a las 12. Hablo con el seleccionador, me voy y llego al hotel media hora antes del cierre. En 30 minutos lo consulté con mi familia, mis padres, con mi representante, decido firmar y regreso a la concentración. Antes de este episodio nadie me había avisado que podía jugar en un equipo español. Quería ir a una Liga más fuerte y, finalmente, pude jugar en ella".
Analiza, con serenidad, lo ocurrido frente al Espanyol: "Quisimos ir hacia arriba cuanto antes, pero hay días que las cosas no te salen como tú quieres. El grupo humano que hay es muy bueno". Y manda un aviso a cierto sector de la prensa y de la afición: "Todos somos generales después de acabar la guerra. Así es muy fácil".
Muestra su confianza en el equipo y afirma que pueden superar al Atlético de Madrid: "Es un equipo al que podemos ganar, a pesar de las numerosas bajas que tenemos. El que juegue seguro que da el 110% para superarles. Espero que en este partido, y los que restan en casa, la afición nos ayude, la necesitamos mucho para superar a los rivales, aunque somos nosotros los que tenemos que dar el primer paso. Que nadie se ponga nervioso. Estoy seguro que nos salvaremos sin pasar demasiados apuros". Sobre el partido de San Mamés no quiere ni oír hablar: "Pensaré en el Athletic a partir del viernes. Ahora sólo el Atleti".
El Valencia fue objeto de comentario del que no se escapan ni el actual técnico ni sus predecesores:
Respeto. "Allí estaba muy bien con todo el mundo, tengo muy buenos recuerdos de mi estancia en esa ciudad. Emery no contaba conmigo y yo quería demostrar que podía jugar en ese equipo; pero el técnico tenía una idea y hay que respetarla. Me gusta tanto la ciudad como el equipo y siempre tenía un sitio reservado en el palco (no puede evitar sonreír). Quique Sánchez Flores pidió mi fichaje, pero no jugu es cierto que llegué con un esguince de tobillo y no conté al principio, ni más adelante. Koeman no me utilizó y Emery tampoco. Me quedan tres años de contrato y quiero triunfar allí. Desde el club no me han llamado. Creo que se meterán en Champions; tienen un gran equipo".
También tiene su opinión sobre el desenlace de esta Liga: "¿Barça o Madrid?; No me preocupa mucho quien la gane, pero creo que será el Barça" y aprovecha la ocasión para valorar a la capital catalana:
"Barcelona es una ciudad que me encanta. El año pasado estuvimos cuatro días allí. Jugamos un miércoles en Copa y eliminamos al Barça y al sábado siguiente jugamos partido de Liga con el Espanyol. Se come muy bien, sobre todo por la zona de la Barceloneta".
Recuerda sus inicios en el fútbol y se muestra contundente en dos nombres: "Christian Vieri fue mi jugador preferido y Fabián Ayala el que mejor me ha marcado. Es impresionante".
Pedro López suelta la pregunta que muchos aficionados esperan: ¿Su futuro está en Valencia o Santander? Y su respuesta la esquiva: "Todo está abierto, todo puede ser. Dependerá de mí. Pero aún no quiero pensar en la temporada que viene. Lo único que pienso es en la Liga actual. Quiero meter 15 goles y que el equipo siga en Primera. Para el futuro lo que pido es jugar y preferiría hacerlo en España. Aquí estoy muy a gusto. Me encanta la comida española, sobre todo el lechazo".
Guerra. Es el único momento en el que su gesto cambia, como cambió la vida de su país tras muchos años de luchas:
"Los primeros conflictos en mi país no los viví intensamente. Tenía sólo 10 años. Pero el final de la guerra sí, con la intervención de la OTAN en 1999. Tenía 18 cuando comenzaron los ataques y la guerra; vivía con mis padres. Cuando llegaban los aviones, que pasaban por encima de mi pueblo cuando iban a bombardear Novi Sad o Belgrado, las sirenas de todas las ciudades avisaban para que te protegieras. Fueron 90 días sin apenas dormir; no había luz en ningún pueblo y fue un periodo muy jodido".
Selección. Guarda un agradable recuerdo de los partidos con su selección y espera recoger los frutos el próximo año: "Con Radomir Antic estamos jugando muy bien. Con Javier Clemente perdimos varios partidos importantes y no nos clasificamos para la Eurocopa y con Djukic fuimos sparrings de equipos que participaban en la cita continental. Ahora, con Antic, estamos casi clasificados para el Mundial. Somos líderes, por delante de Francia, aunque nos quedan encuentros complicados. Ojalá nos clasifiquemos".
Cuenta con pasión sus inicios en el fútbol, actividad a la que llegó tarde:
"Tenía claro que quería hacer deporte; jugaba a todo, fútbol, baloncesto, balonmano, voleibol. Al final ganó el fútbol. Pero a mí la mili me cambió la vida. Estuve de militar un año, con 19, en Montenegro. Allí jugué, con el equipo del regimiento, un partido en la ciudad de Bar, en la costa montenegrina, y dio la casualidad de que Milan Calzan, hoy mi representante, estaba allí de vacaciones y me vio jugar. Al acabar, me dijo si quería probar con el Estrella Roja; le dije que sí y estuve allí un mes. Acabé fichando por tres años. Estuve cedido en Subotica, al norte, cerca de mi pueblo, marcando muchos goles y un cambio de entrenador en el Estrella Roja hizo posible que regresara. Cada día se contaba más conmigo, metía goles y me gané la titularidad. Pero mi padre me dijo que sólo sería profesional del fútbol cuando acabara mis estudios y la mili. Los finalicé y pude jugar". Y lo hace con goles, muchos (10 en 13 partidos), ahora en el Racing.