Blanc tiene a Kameni en su lista para el Girondins

Mucho se ha dicho y más se comentará de aquí al último día del mes de junio, fecha en la que Carlos Kameni acabará su contrato con el Espanyol. Se intentó, hubo promesas, pero o hay un cambio radical en las intenciones del portero, o acabará haciendo la mudanza y emigrando a algún punto de Europa aún por descubrir. Desde Múnich a Estambul, pasado por París o Manchester, la peonza gira sin parar, hasta que finalmente se detenga en un lugar concreto, con un proyecto y un colectivo capacitado para ganarlo todo.

Desde hace tiempo, se especula con el mercado inglés. Es más, el pasado mes de enero, emisarios del City trataron de ultimar el traspaso, pero el elegido fue Shay Given, por el que untaron con millones al Newcastle, que se ahoga en la competitiva Premier League. También se comentó del United, pero la llegada de Edwin van der Sar frenó cualquier movimiento. Pero ese interés fue lejano, justo cuando Kameni aterrizó en Barcelona y deslumbró desviando cuatro penaltis en la misma temporada.

Mientras, en Francia también han valorado la posibilidad de contratarlo. Criado en Le Havre, el cartel del africano ha ido en aumento. Se consolidó en un campeonato potente, los ojeadores de las grandes instituciones galas lo observaron y parecen haberse decidido a echar las redes. Girondins de Burdeos y París Saint Germain estarían dispuestos a valorar su contratación, pero el equipo de Laurent Blanc habría mostrado más interés, más inquietud y compromiso.

La institución escapulada cuenta con el veterano Ulrich Ramé (37 años) y con Matthieu Valverde (26) como soluciones a sus urgencias, por lo que tratarían de renovar el grupo en esa posición y Kameni les encajaría en el perfil: joven, con experiencia, capacidad para crecer y sin coste alguno de traspaso; una ganga.

Mientras, en París, los azulgrana capitalinos tienen en sus filas al también veteranísimo Mickaël Landreau y Bete Edel, compatriota del blanquiazul y competencia para la titularidad en la selección camerunesa, algo que Kameni tiene asumido. Tanto como su marcha del Espanyol; algo inevitable si no hay un milagro.