Dos zarpazos del Athletic empujan al Numancia a Segunda

Liga BBVA | Numancia 1 - Athletic 2

Dos zarpazos del Athletic empujan al Numancia a Segunda

Dos zarpazos del Athletic empujan al Numancia a Segunda

Juan García

El equipo de Caparrós sumó tres puntos de oro en Los Pajaritos. Los bilbainos fueron superiores durante los noventa minutos al Numancia, más cerca ya de Segunda que de Primera. Cisma, con fortuna, adelantó a los locales, pero los goles de Toquero y Llorente hicieron justicia en el marcador. Aitor Ocio y Boris fueron expulsados, ambos por doble amarilla.

Partido dramático en Los Pajaritos. Numancia y Athletic, perseguidos muy de cerca por el fantasma del descenso, se enfrentaban en un duelo que se antojaba más que decisivo para ambos equipos, los dos peores de la segunda vuelta. Los tres puntos significaban para los sorianos seguir soñando con la salvación, mientras que para los bilbainos se traducirían en un espaldarazo moral enorme de cara a la recta final del campeonato. El hecho de que los locales habían sumado en casa 24 de los 28 puntos logrados en Liga y que los tres últimos choques entre ambos en Soria acabaran en empate complicaba la empresa para el Athletic, que partía con la vitola de favorito. Los locales llegaban sin bajas reseñables, mientras que el sancionado Pablo Orbaiz era la única ausencia en el equipo vasco.

Tras unos primeros minutos de tanteo en los que la posesión fue para el conjunto de Caparrós, llegó el primer aviso serio de los bilbainos, pero Llorente cruzó demasiado su remate tras el centro de David López. Si el equipo local salió temoroso desde el inicio, el primer acercamiento al área de Juan Pablo fue definitivo para que los de Pacheta retrasaran un poco más sus líneas, pero en el fútbol la posesión y el dominio no sirven para nada si no le pones la guinda del gol. Sin haberse llegado al minuto diez de juego llegó el golpe de fortuna para el Numancia. Un disparo de Cisma desde la frontal tocó en Aitor Ocio variando totalmente la trayectoria del esférico y convirtiéndose en el primer gol del partido. Jugada calcada a la protagonizada por Pablo Álvarez el pasado sábado en San Mamés en el gol que le dio los tres puntos al Deportivo.

La respuesta de los leones fue inmediata, un lanzamiento de falta de Yeste rematado por Aitor Ocio pudo significar el empate. Justo ahí acabó la participación del central visitante en el encuentro. Unos minutos después se marchaba a los vestuarios al ver su segunda amarilla por un forcejeo con un delantero local. El Athletic pasó de ser el dominador absoluto a ser dominado en dos jugadas desafortunadas. El equipo, totalmente desequilibrado con diez hombres, fue retocado por Caparrós, que retiró a David López para dar entrada a Gurpegui. Mientras tanto, el Numancia jugaba a placer, llegando a estrellar un balón en el larguero tras un disparo de Dimas. A la media hora de juego recibió, por fin, su premio el jugador más trabajador, luchador y sacrificado de la Liga, Toquero. El delantero visitante lanzó un misil desde fuera del área que se coló por la mismísima escuadra de Juan Pablo, que siguió el balón con la mirada sin poder hacer nada para evitar el empate.

El partido era vistoso, entretenido y con ocasiones de gol en las dos áreas. Nagore, Koikili y Susaeta pudieron deshacer el empate en tres acciones en las que la fortuna no les acompañó. Dejando a un lado los tópicos, la garra y la lucha del conjunto vasco compensó su inferioridad numérica y maniató al Numancia en la recta final de la primera mitad, al que incapacitó tanto en ataque como en la medular y al que puso en serios apuros. El Numancia, con un juego lento y demasiado volcado en las bandas, acabó diluyéndose como un azucarillo antes de marcharse a los vestuarios.

Aparece el Rey León

El Athletic, que ganó a los puntos durante los primeros cuarenta y cinco minutos, no obtuvo su merecido botín antes del intermedio, pero el premio no tardó en llegar tras la reanudación. Corría el minuto tres del segundo acto cuando Fernando Llorente recogió un balón en las inmediaciones del área rival, hizo lo que quiso con la defensa numantina y acabó mandando el esférico a la red con un disparo cruzado. Por primera vez desde el pitido inicial el electrónico hacía justicia a lo que se estaba viendo sobre el terreno de juego. Pacheta, sin esperar un segundo, introdujo dos cambios muy ofensivos Cisma y Dimas dejaron su puesto a Quero y Brit.

El susto del partido lo protagonizó Gurpegui en un intento de despeje que dejó KO al jugador vasco tras chocar su cabeza con la de un rival. El centrocampista bilbaino sufrió fractura de los huesos propios de la nariz. La acción le obligó a dejar su lugar a Etxeita. Los gritos de ánimo de las gradas del estadio soriano fueron aumentando a medida que pasaban los minutos, pero acabaron convirtiéndose en gritos de desesperación ante la situación en la que se quedaba su equipo en caso de no variar el resultado que campeaba en el marcador. Boris se encargó de complicar aún más el panorama al Numancia con una entrada fuera de lugar sobre Toquero que significó su segunda cartulina amarilla, lo que igualaba las fuerzas de nuevo, diez contra diez.

La segunda mitad se desarrolló con un fútbol mucho más trabado que la primera. El miedo a perder del Numancia y el miedo al empate del Athletic convirtió el choque en una sucesión de faltas que dejaron ver muy poco fútbol. Una volea de Yeste que despejó espléndidamente Juan Pablo fue la primera ocasión clara de peligro tras el intermedio (a excepción del gol de Llorente) lo que habla bien a las claras de la tensión, los nervios y los miedos que se habían instalado sobre el terreno de juego. El Numancia, sin aliento, depositó todas sus esperanzas en el velocísimo Quero. Era su última opción de no acabar el encuentro con pie y medio en Segunda, pero la despierta y bien colocada zaga bilbaina acababa con las embestidas de los locales sin demasiados esfuerzos.

La superioridad del Athletic en fútbol, en esfuerzo, en mentalidad y en garra otorgó los tres puntos a los de Caparrós, que dan un salto cuantitativo en la clasificación y sobre todo recibe un espaldarazo moral de cara a la recta final de la temporada, donde deberá certificar su permanencia con algunos puntos más. El Numancia pone pie y medio en Segunda tras la derrota. Los de Pacheta necesitan algo más que un milagro para no abandonar la categoría.