"No me equivoqué. Cuando un árbitro toma una decisión en el terreno de juego es porque está convencido de que lo que está haciendo es correcto. Mi sensación es que hice lo que vi en ese momento", explicó el colegiado Turienzo Álvarez en el programa 'Punto Pelota' de Intereconomía sobre su actuación en Getafe-Barcelona del sábado.

El colegiado de Barakaldo negó cualquier movimiento desde la cúpula de la Federación para favorecer a un determinado equipo. "Lo del villarato es un cuento chino", afirmó. "Llevo diez temporadas en el fútbol profesional y jamás nadie me ha insinuado nada para beneficiar o perjudicar a un equipo o a otro. Es más, si algún día pasara, lo denunciaría inmediatamente".

Turienzo se mostró comprensivo con las declaraciones de Guardiola al acabar el partido, en las que declaraba que el penalti a Messi, "era demasiado claro como para no pitarlo". "A Guardiola le tengo un enorme respeto", reconoció Turienzo Álvarez, "y me parece un grandísimo entrenador que está haciendo algo increíble en su primer año. Respeto sus declaraciones."

El árbitro del colegio castellano-leonés aseguró que "el árbitro ni atraca ni roba; al final del partido, él nunca se lleva los puntos. Son expresiones que dejan en el ambiente una sensación de que el árbitro es un delincuente, que premeditadamente va a hacer mal a un equipo".

Javier Turienzo Álvarez no quiso esconder que, durante el descanso, algunos jugadores blaugranas se acercaron a él para intentar influirle en sus decisiones. "Los jugadores siempre intentan influirte para que en la segunda parte salgas condicionado. Pero son movimientos estériles. Estamos psicológicamente preparados para soportar la presión".