La alarma se activa ahora por la sequía goleadora

Son cosas del fútbol, dirán. Y es cierto. Pero ya es curioso que cuando el Nàstic consigue solventar su persistente mal defensivo ahora falla justamente por donde iba más sobrado: el ataque. Son ya tres jornadas sin ver puerta (Real Sociedad, Las Palmas y Zaragoza) y en las que Rubén Pérez tan sólo tuvo que recoger el balón del fondo de su portería en una ocasión.

Tras el partido de La Romareda todo el mundo coincidió a la hora de dar una importancia relativa a la sequía goleadora, pero a nadie se le escapa que la salvación todavía no está hecha y que para lograrla se requieren goles. Si la permanencia va a estar en torno a los 50 puntos, el Nàstic suma ahora 43. Le quedan, al menos, siete para poder respirar más tranquilo.

Lo que le espera.

Las próximas tres semanas, el Nàstic recibirá al Murcia -el sábado, a las 18:30- y luego viajará a Alicante para medirse a un Hércules con opción a todo (y que ayer vapuleó al Girona 3-0). Tras eso, el Alavés visitará el Nou Estadi con su permanencia en juego.