Objetivo cumplido: 40 puntos antes del derbi

La Unión Deportiva ha hecho los deberes antes de comparecer en la caldera del Rodríguez López. Con el triunfo del pasado sábado ya se mueve en cuarentenas, cifra celestial para la lucha por la salvación, y, lo que no es un dato menor, se ha quitado de encima urgencias y presiones clasificatorias. Hasta hace poco ahogaban las carencias, con el descenso en el cogote. Pero desde la derrota con el Xerez, Las Palmas ha sumado ocho de los últimos doce puntos, promedio que ha multiplicado su valor con el derrumbe de varios rivales directos en el sótano de la tabla, ahora casi hundidos. El Alavés está a más de dos partidos de distancia y el Eibar, a casi un mes. Además, antes del cuarteto de cola hay hasta cuatro equipos y Girona y Nàstic quedan por encima con rentas mínimas, lo que amplía el margen de error. Todo acompaña, en suma, para que los futbolistas encaren el clásico con el Tenerife en una disposición anímica muy diferente a la que se temía jornadas atrás.

Después de escapar en Girona, luego de remontar un 2-0 adverso al descanso, Javier Vidales fijó la hoja de ruta con el derbi como línea de meta imaginaria. Sabía el entrenador lo trascendente que era saldar las dos citas en casa (Castellón y Eibar) con victoria y, como mal menor, no caer en el Nuevo Estadi en el pulso frente al Nàstic. Era la receta para alcanzar la barrera de los cuarenta puntos a falta de otros veintisiete, lo que, de manera virtual y salvo hecatombe, evita líos. El objetivo ha quedado satisfecho. Y en el vestuario entienden es el primer paso para el saqueo en casa del enemigo histórico.

"Hubiésemos ido con más ansiedad a Tenerife de no haber tenido estos resultados", dijo Vidales. "Vamos a por todas", apostilló el presidente. Algo se cocina. No en las formas. En el fondo.