Arizmendi hace de arco y de Flecha

Murphy se ha cebado con el Zaragoza de tal manera que hoy, cuando comienza la cuenta atrás de diez jornadas, no sólo vive fuera del ascenso en quinta posición (previsión más pesimista posible al inicio del campeonato), sino que además su pareja de vanguardia estará formada por un jugador fi chado como interior derecha y por un imberbe que hace menos de un año era juvenil y disputó la primera mitad de la temporada con el fi lial en Tercera División. Arizmendi y Ander Herrera, por si usted anda aún de resaca santa. Ander será la única novedad en el once respecto al de hace siete días en Castellón, en lugar del lesionado Braulio. O en lugar del finalmente ausente Ewerthon, como usted prefi era. O del también lesionado Songo�o, será por bajas... La única novedad, decíamos, en cuanto a nombres, porque por primera vez en la temporada Marcelino varía el dibujo de su equipo titular para convertirlo en un 4-2-3-1. El perezoso Arizmendi, acostumbrado a hacer de arco, debe ser hoy también Flecha. Y Ander asoma por su avenida preferida, en el enganche, dispuesto a dirigir todo el tráfi co con su batuta y alejado de la cal, donde Jorge López y Caffa deben sostener su creciente rendimiento. Ander llegó ayer de Egipto tras jugar un partido y un ratito, pero con mucho menos cansancio que zaragocismo. Además, con calidad la fatiga se soporta mejor, oiga. Ante eso no hay obstáculo físico que valga, pregúnteselo a la muralla del Girona.

Rival.

Si Guardiola pregonó un discurso previo a Munich y lo corroboró en el campo con su vestido de gala (salvo Henry, supuestamente mermado físicamente), Ferrando ambiciona el triunfo en La Romareda, aunque con algún matiz: "Jugaremos para ganar de la forma que sea, y no para conformarnos con el empate. Hay que ir a ganar�. Ese "de la forma que sea" delata a un Ferrando más propenso a estirar de la manta hacia atrás que hacia delante. Por eso piensa renunciar a un delantero y volver al trivote (su dibujo más conservador) con Bauzá, Diop y Jandro, dejando dos hombres abiertos a las bandas (Redondo y Jordi Alba). Arriba quedará solo un náufrago, probablemente Víctor, aunque N�Gal también tiene opciones. Moisés esperará en el banquillo y José Mari se quedó dolorido en Tarragona. Tortolero regresa, tras cumplir sanción por ciclo de amarillas, para afi anzar una zaga que lleva dos partidos sin encajar gol.Pero eso no le sirvió para ganar, ya que tampoco marcó. El Nàstic llega a Zaragoza con todo hecho en la Liga. Sin opciones de ningún tipo, sólo le queda certifi car matemáticamente la permanencia en una temporada que no puede tildarse de fracaso, pero sí de decepción.

Dejamos para el fi nal lo que fue el principio: el ascenso. El Zaragoza está obligado de nuevo al triunfo en La Romareda porque sus rivales han adquirido un fi abilidad alemana y el billete a Primera se encarece cada semana. De reojo se mirará al Rayo, que recibe al Celta a la misma hora, así como a la visita del Tenerife a Anoeta. Y mañana, pendientes de Hércules y Xerez. Pero más allá de rivales, puntos y cábalas, el Zaragoza se mira a sí mismo. La buena dinámica del equipo (siete jornadas sin perder, 15 de los últimos 21 puntos) y la mínima desventaja respecto alascenso hacen que las cuentas salgan. Y en todas aparece hoy un triunfo ante el Nàstic. Sin contar con Murphy, claro.