Tres puntos de permanencia

Por mucho perfume a derbi que contribuya a la distracción, la Unión Deportiva hace bien en centrar miras y sudores en el Eibar, rival que no trae oropeles pero sí la oportunidad de alicatar la permanencia. Un tesoro tal y como está el patio. La estación previa al Heliodoro reúne un valor supremo y los mensajes acentúan esta advertencia. Los futbolistas han somatizado a la perfección tamaña responsabilidad y aseguran haber aparcado la adrenalina extra que implica todo lo que tenga que ver con el Tenerife. Porque ganar a Uribe y su gente requiere serenidad y celeridad a partes iguales. El rival ha hecho del repliegue y contención un comportamiento usual. Como anda poco sobrado en el arte de atacar el área contraria, custodia la propia con una dedicación ejemplar. Ahí centra su vida. Renuncia a la pelota, cede la iniciativa y se agarra al reloj. Sin agobios mientras no haya daños. Es a partir de entonces cuando busca prosperar combinando el ahogo del contrario y su mecanismo primario de colgar balones y exprimir acciones estratégicas.

El partido anuncia para Las Palmas comodidad relativa, sin incordios en la iniciación. Otra historia será adentrarse en la selva de piernas que se afilarán en la parcela contraria. Ahí los huecos se recortarán porque cuando defienden once en metros comprimidos supone una aventura avanzar. Vidales espera romper el embudo acudiendo a las bandas y explotando las líneas diagonales que marca a sus extremos. Y tan importante será la paciencia como la pericia.

La Unión Deportiva ha de saber administrar sus urgencias y también las del Eibar. Porque en las cuentas foráneas también asoma el vértigo: no sumar tres puntos es una pala de tierra para Ipurúa y su universo. Uribe tendrá que asumir riesgos de manera forzosa, aunque quiera colaborar en el despiste trasladando presiones y alterando poco sus rutinas. Cambiará alguna pieza pero la disposición respetará lo anterior. Sus trampas, que las habrá, quedan reservadas a los que deje hacer Las Palmas. Porque si las camisetas amarillas se multiplican y la grada rema como se espera, poco o nada le quedará al Eibar.

Los regresos de Nauzet y Samuel marcan la actualidad. Entrarán en el once y añadirán vitaminas a un equipo apuntalado por su cosecha de puntos. Últimamente ni pierde ni encaja. Receta divina para los que buscan salir del hoyo. La nómina restante pocas sorpresas deparará. De dibujos tácticos y variantes habrá otro tiempo para hablar. Porque toca ganar por encima del bien y del mal. Poco importan las formas. Ir al Heliodoro con 40 puntos es la razón de ser de una Unión Deportiva que cuenta con todo a favor. No hace falta pedir permiso al contrario. Con dar la talla bastará.