Fernando Niño condiciona la continuidad de Amaya

Fernando Niño sigue dejando en el aire su futuro, por lo que su continuidad en activo en la primera plantilla corre peligro. Pero si hay alguien que depende directamente de la decisión del de Rota es Iván Amaya. "La decisión la tomaré una vez sumemos los 50 puntos. Hasta entonces, soy jugador del Elche y prefiero no pensar en nada más allá del 30 de junio", dijo el andaluz.

Si el capitán del Elche finalmente opta por quedarse en el equipo, el Elche valoraría la opción de desprenderse de Iván Amaya, por su elevado contrato y lo poco que ha jugado. Si Niño cuelga las botas, Amaya tendrá que cobrar protagonismo y asumir los galones.

Las lesiones son el caballo de batalla de este jugador de 34 años, cuya participación en el once titular ha sido muy importante para Claudio. En Albacete no jugó por culpa de unas molestias y el Elche lo notó. "Esta semana sabré si estoy disponible. En el primer entrenamiento de la semana apenas he forzado, aunque pienso que puedo llegar", señaló.

Niño sabe que el Elche quiere renovarle y, mientras que cualquier otro jugador se agarraría a ese contrato, el capitán demuestra que está hecho de otra pasta. "Sé que el club confía en mí y la decisión tengo que meditarla bien. No me vale con ser un peso pesado, por así llamarlo. Si me quedo es porque tengo opciones de luchar por un puesto", dijo.

El club ve en él una pieza clave para el próximo curso, junto a Caballero, Acciari, David Fuster, Saúl o Santos.

Amaya: "Tengo dos años más y no voy a irme"

Iván Amaya sigue convencido de que va a terminar la temporada jugando, como lo hizo el año pasado, a pesar de la poca continuidad que ha tenido este año. El futbolista ya ha superado sus problemas físicos y el pasado fin de semana viajó a Albacete. Ahora espera volver a la titularidad. Olmo está apercibido y Fernando Niño, renqueante. Su futuro lo tiene claro: "Tengo dos años más de contrato y no voy a irme". Cuestionado por si valoraría la opción de cambiar de equipo donde fuera titular, Amaya dijo que "estoy seguro que si hago la pretemporada y empiezo de cero, puedo jugar con Claudio". El central tiene dos años más de contrato. Su rescisión supondría un elevado coste para las arcas y, además, tendría que percibir el dinero que le debe el club de ésta y de la pasada campaña.