El partido ante el Hércules alterará todos los hábitos

Viajar de Girona a Alicante para jugar un partido de fútbol y hablar de jet-lag podría resultar bastante curioso, pero lo cierto es que disputar un encuentro a las doce del mediodía es algo inusual. O por lo menos eso cree el cuerpo técnico, que ha decidido habituar a la plantilla para el choque frente al Hércules cambiando los horarios de entrenamiento.

Después de disfrutar de dos días libres concedidos tras la victoria frente al Murcia, los jugadores volvieron al trabajo ayer en Montilivi, y lo hicieron una hora más tarde de lo habitual; las doce del mediodía. Mismo horario que repetirán durante toda la semana, a excepción de hoy, que entrenan a las 9:30, porque la plantilla tiene al mediodía un acto programado en Barcelona con la empresa cervezera Moritz, uno de sus patrocinadores.

El mediocentro Albert Dorca, que no jugó contra el Murcia por sanción, reconoce que en la plantilla hay expectación por jugar el partido a esa hora y hacerlo ante de las cámaras de Canal Plus. "He visto muchos partidos desde casa y ahora verme ahí me hace ilusión". El cambio de horario es sólo una de las medidas que se han tomado, pero espera mucho trabajo para preparar la visita a un rival muy complicado y que tan sólo ha perdido un partido como local.

Sin embargo, en Girona se aferran a los precedentes contra el Hércules esta temporada para concienciarse de que es posible sacar algo positivo del José Rico Pérez. Dorca recuerda la eliminatoria de Copa del Rey disputada en octubre "aunque nos eliminaron estuvimos muy bien aquel día y dominamos casi todo el partido". El rival es uno de los que más imponen de la categoría pero Dorca no olvida que ya lo neutralizaron una vez: "En Montilivi conseguimos dejar la portería a cero contra ellos y eso que tienen uno de los mejores ataques de la categoría".

Farinós.

El centrocampista cree que Farinós es uno de los motores del equipo y amargarle la mañana es una tareas obligada para ganar: "Tiene un papel muy importante, si el juega bien el equipo también, es un poco como Matamala para nosotros, tendremos que intentar atarlo en corto para que no pueda pensar ni crear".

Raúl, sin cuentas pendientes

Enfrentarse al Hércules era para Raúl Martín un partido especial, pero ahora sólo es uno más: "Estuve tres años en el Elche pero la rivalidad quedó atrás". Sevillano de nacimiento, es conocedor del sabor de un derby y confiesa que "no recuerdo haber perdido contra ellos cuando estaba en el Elche". El andaluz cree que han demostrado saber hacer daño al Hércules, pero esta vez será más complicado. "Por arriba la cosa se está apretando mucho, vienen de una derrota, juegan en casa y se van a dejar la vida".