Sólo Iván Marcano de los cinco jugadores que el domingo ocuparon la cobertura ante el Betis (Toño-Pinillos-Garay-Moratón-Marcano) tiene asegurado repetir la próxima jornada frente al Espanyol. Toño, por sanción, es obvio, que no viajará a la montaña mágica, mientras que Pinillos va a volver a encontrarse con la competencia de Juan Valera y los dos centrales con la de Marcano quién, tras la debacle, apunta a recuperar el eje de la zaga hasta final de temporada. Sin Oriol, Zé Antonio, ambos lesionados, uno de los dos, Garay o Moratón, casi por eliminación, mantendrán plaza en el once inicial.

Y luego queda el culebrón del lateral izquierdo. Christian, Sepsi, Pinillos y Luis Fernández se han turnado para ocupar la demarcación cuando no ha jugado Marcano. Si Iván, definitivamente, va al centro, volverán las especulaciones. Tras el partido de El Molinón da la sensación de que el cayonés parte con cierta ventaja para disputar en Montjuïc su partido 300 en Primera.

De lunes.

La sesión de entrenamiento de ayer fue la clásica de recuperación tras un partido. Los titulares contra el Betis apenas estuvieron unos minutos trotando sobre el césped del campo de entrenamiento, antes de pasar al gimnasio.

Los que no jugaron, o lo hicieron pocos minutos, tuvieron un entrenamiento mucho más exigente en el aspecto físico. Y con mucho más contacto con el balón. Durante más de una hora estuvieron disputando partidillos en campo reducido. Lo más significativo fueron las constantes indicaciones de Muñiz a Memé Tchité. Reclamando intensidad, las más, y reconociendo cuando la ponía, las menos.