La expulsión de Aitor Ocio ante Osasuna el domingo por la tarde ha puesto en pie de guerra a los resortes del Athletic. El club rojiblanco no entiende el criterio que tuvo Mateu Lahoz para expulsar al central vitoriano, al que mostró la cartulina roja por una entrada que, en el mejor de los casos, debería haber sido amarilla. El propio implicado se quedó con una cara de sorpresa que parecía un poema. En la planta noble de Ibaigane tampoco se explican cómo un árbitro que es capaz de sacar del campo a un jugador por una falta común permitió a Walter Pandiani continuar en el campo después de dejar un recado de consideración a Fernando Amorebieta en el tramo final del encuentro. "Pandiani vino a por mí. Y vino a hacerme daño", se quejó enfadado el zaguero nacido en Cantaura en la zona mixta del Reyno de Navarra. Curiosamente, el central hizo esas manifestaciones a corta distancia de Pandiani, que atendía a los periodistas unos metros más atrás.
El error de Mateu Lahoz (sólo así se puede catalogar un fallo tan claro) no es el primero que ha recibido el Athletic en esta segunda vuelta. Y en el club empiezan a estar hartos ya que han significado la pérdida de algunos puntos ahora mismo vitales en la clasificación. Primero porque a nadie le gusta estar en el lado malo de los árbitros y segundo porque el equipo está en una situación clasificatoria que, sin ser todavía demasiado delicada, invita a la reflexión.
Nadie puede asegurar que el Athletic habría salido indemne del Reyno de Navarra con once en el campo, pero acabar con uno menos siempre da motivos para creer que esa inferioridad da alas al rival y más con la grada rojilla enfurecida con los leones. El despropósito del colegiado valenciano Mateu Lahoz se une a los cometidos ante los cuatro grandes equipos de la Liga, que se saldaron con cuatro derrotas y cero puntos. Aunque los puntos valen igual, perderlos contra un rival directo como Osasuna escuece con mayor virulencia y más cuando un empate hubiera servido para mantener a raya a los de José Antonio Camacho. Osasuna sale airoso del derbi y encima adelanta a los rojiblancos en la tabla. Mal fario.
Caparrós vio el vídeo antes de hablar
La rueda de prensa de Joaquín Caparrós nada más terminar el encuentro ante Osasuna se demoró más tiempo de lo habitual. El de Utrera suele ser bastante rápido a la hora de atender a los medios de comunicación. Pero en Pamplona su presencia se hizo esperar. ¿Enfadado por el resultado? Lo estaría, seguro, pero su retraso no se debió a eso. El técnico se quedó con sus ayudantes viendo el vídeo del encuentro. Quería analizar la jugada del 1-0 (existía la duda de si Masoud estaba en fuera de juego), pero sobre todo tener un punto de vista añadido a la falta que le costó la roja a Aitor Ocio. Tampoco se quería perder la falta de Pandiani por la que Amorebieta reclamó la expulsión.
