No son las estrellas del Málaga, que aquí lo es el grupo, pero los números de Eliseu y Duda este año en el Málaga impresionan. El primero ya suma siete goles, a los que ha añadido cuatro asistencias. Duda marcó su quinto gol en El Madrigal y, además, ha regalado siete balones. Números que impresionan desde las bandas, maravillosa temporada que ha terminado con los dos convocados con Queiroz para jugar con la selección portuguesa y soñar con Sudáfrica, el Mundial. Y en el Málaga, con Europa.

Duda y Eliseu representan el desequilibrio del Málaga. El primero, por su excelente dinámica de juego, su juego a balón parado y la sutileza para hacer goles como del sábado. Eliseu es velocista puro, explosión y ha hecho parte de sus siete goles por la fe que se tiene para rematar las jugadas. También por la generosidad de sus compañeros. Puede decirse que Duda y Eliseu son la punta del iceberg, pero en el Málaga nadie quiere personalizar. Ambos coronan el trabajo del equipo. Lástima que sus futuros no estén resueltos.

Duda, cedido por el Sevilla, debe volver. El Málaga le va a hacer una oferta suculenta para que sea el jugador franquicia del equipo la próxima temporada. Depende de que el luso pacte con inteligencia su salida del club de nervión. De Eliseu ya hay pocas esperanzas, porque el luso tiene unas pretensiones altas. Aun así, insiste en su entorno que quiere quedarse. Su agente, Carlos Gonçalves, tiene previsto llegar esta semana.