El Heliodoro enloquece con un Tenerife colosal

Empieza a sobrar en esta categoría un equipo sobresaliente como es el Tenerife. Hace fácil lo difícil, y así despacha a sus rivales con superioridad abrumadora, a veces aplastante, ayer insultante. Su partido ante el Levante duró los 45 minutos que le bastaron para liquidar sin anestesia a un rival sin brújula. Con maneras de campeón y paso firme oposita a la púrpura y el oro de Primera el cuadro blanquiazul; con destreza, vigor y ambición, tanto como para que su voracidad se traduzca en resultados ostentosos como el 5-1 que toca cargar al Levante. Vapuleado y rendido se fue el equipo de Luis García Plaza, y es que aún pudo ser mayor el castigo justo a sus facilidades extremas.

La colosal exhibición de fuerza del Tenerife tiene mérito porque la firmó en uno de sus días menos inspirados. Se retrasó el conjunto isleño en sacar a relucir el criterio y la fluidez que acostumbra, y así ofreció una primera media hora sin brillo. Parecía hasta entonces más cómodo y mejor situado un Levante limitado pero cumplidor, aún ajeno al río de fútbol y goles que luego le despedazó.

En realidad, estaba aún igualada la partida cuando marcaron los locales. Lo logró Richi, protagonista inesperado por sus goles en una mañana donde ofreció también orden y consistencia a un equipo que le necesita. Funciona mejor el cuadro isleño cuando el madrileño arroja un buena versión, y tal ocurrió en sus momentos estelares de ayer. Hizo el 1-0 y luego el 2-1, fase que comprende en todo el envite el único contratiempo para el Tenerife, una falta mal defendida que acaba en gol. Fue un revés, sí, pero el Tenerife se repuso. Ayer, lo hizo por apabullamiento. Tantas y tan peligrosas acometidas a la meta de un ajetreado Reina sólo podían desembocar en un vendaval gigante, y fue precisamente lo que desde aquel momento presenció el Heliodoro.

En la bacanal se lució Alfaro, firmante de un golazo antes del descanso y otro antes de acabar un partido que tuvo también su cuota de luces para Nino, autor del cuarto tanto en esta mañana para el deleite. En realidad, lo de ayer no fue un partido. Fue una fiesta.

José Luis Oltra "Me emociona lo de esta afición"

Me gustó la goleada aunque en la primera parte nada me recordó al Tenerife. Funcionamos por latigazos individuales. Sí me agradó el equipo tras el descanso, cuando mejoramos nuestra propuesta. Me ha emocionado que en plena Semana Santa, siendo un partido televisado y por la mañana, hayan venido casi 16.000 personas. Es de elogiar y me hace feliz que se hayan ido todos contentos por este triunfo. Era un momento importante y un rival complicado. Y ganamos de forma clara y contundente. Ahora hay que seguir superando exámenes como siempre".

Luis García "Estuvimos por debajo del nivel"

Hasta el 2-1 estuvimos bien, tratando de tú a tú al Tenerife. A partir de ahí, dimos la peor imagen de todo el año y, sin querer quitar méritos al Tenerife, estuvimos muy por debajo de nuestro nivel habitual. Es increíble que nos hayan hecho tres goles a la contra. No supimos parar ninguno. Me duele que nos haya pasado esto porque era el primer partido que nos televisaban y, a juzgar por el marcador, parece que fue un baile, aunque eso sólo ocurrió cuando encajamos el tercer gol. La afición levantó al Tenerife y aquí ellos son muy difíciles de ganar".

Aplausos de la grada a todos

Las tres sustituciones que hizo Oltra vinieron acompañadas de atronadoras ovaciones del Heliodoro a los jugadores reemplazados (Richi, Kome y Nino), que habían estado sobresalientes. La afición volvió a vibrar y lo demostró dándose a la fiesta en un partido sin emoción.