Luis Fabiano y Kanouté meten miedo al Getafe

Hace años, cuando el Sevilla caminaba por la más cruda mediocridad, el sonido de los tambores de la Semana Santa aventuraban el descalabro definitivo. Por esta época festiva de cornetas, toros y farolillos, el equipo se hundía irremediablemente. Su vulgaridad lo arrastraba a la relajación. Pero el viento ha virado. El sevillismo celebra el éxito liguero, sólo manchado por la estocá sufrida en la UEFA y la decepción de la Copa. Al Sevilla le quedan unas cuatro victorias para asegurar el tercer puesto que lo colará directamente en la Champions. Suma seis victorias y un empate en los últimos siete encuentros, inercia ganadora que hace temblar al necesitado Getafe.

Si el Sevilla sueña con dar caza al Madrid, el equipo madrileño reza para sumar esa victoria que lo aleje del fuego. Sus números lo acercan al infierno: es el peor Getafe de Primera, enlaza 21 jornadas encajando gol y sólo ha sumado 10 puntos en los últimos 13 partidos. Para echarse a temblar, aunque Belenguer pida que el miedo no empeore aún más las cosas. La debilidad defensiva aumenta con la baja en la portería de Jacobo. Víctor medita la elección del sustituto: Ustari o Stojkovic. Con Luis Fabiano, que regresa, y Kanouté viviendo momentos mágicos, las dudas del técnico se disparan. Rafa se encargará de frenar las oleadas de Navas y Manu acompañará a Soldado.

Jiménez habló de la necesidad de alejarse de las pasiones sevillanas. El ruego rozó más el tópico que la necesidad. A este Sevilla no le arrastran las fiestas. Luis Fabiano, Kanouté, Navas y compañía no entienden de otra cosa que no sea salir a ganar.

21 partidos encajando goles

Una de las claves que explican a la perfección la decepcionante Liga que firma el Getafe es su inestabilidad defensiva. El dato que arrastra al equipo al pozo de la clasificación es demoledor. El Getafe no deja su portería a cero desde la octava jornada, cuando ganó al Valladolid por 1-0 el 26 de octubre. Han pasado desde entonces 21 partidos.