Girona y Murcia buscan algo de calma bajo la lluvia

Con la lluvia como más que probable testigo del encuentro, el Girona se quiere quitar de una vez por todas el sambenito de rey del empate ante el Murcia y pillar un atajo hacia la permanencia. Ganar todavía no garantizaría nada, pero permitiría avanzar el triple de rápido de lo que acostumbra y limpiar los complejos de un vestuario que empieza a estar con la mosca detrás de la oreja.

Tras volver de vacío de La Romareda a pesar de haber realizado un gran partido, la plantilla se ha pasado la semana apelando al sentido práctico. Este sábado, la estética va a ser la de siempre. Raúl Agné va a salir con un dibujo más ofensivo, incluso, de lo que suele. La baja de Dorca por sanción la cubrirá, casi con toda seguridad, Manga, más vertical que aquél. Delante hay dudas de nombres, pero no de propósito: ensanchar el campo y ser vertical. Felipe y Gabri ganan enteros para las alas.

El Real Murcia aterrizará en Montilivi con la sensación de dejar pasar el tiempo hasta certificar matemáticamente la salvación. Para esta ocasión, Movilla, De Coz y Capdevila serán los sancionados, por lo que Xisco, Kabous y Aquino, sobre todo éstos, tendrán su oportunidad. El primero pasará al lateral diestro, mientras que el marroquí y el Torito dejarán atrás tiempos complicados. Kabous debutó como grana hace un año y tras un arranque prometedor una lesión le frenó en seco. Ahora tendrá su reválida, la misma que un Aquino que dice estar arrepentido de las cosas que ha hecho mal en los últimos meses.

Pasado reciente. A todo esto, el equipo de Campos viene de caer en casa ante el líder Xerez y de un partido esperpéntico la semana anterior en Sevilla. Urge el triunfo para llegar a esos deseados 50 puntos y, sobre todo, para acabar con ese mal sabor de boca de las últimas jornadas. Superado el trámite, llegará el momento de hablar del próximo año. Murcia-Girona, dos que buscan encontrar, cuanto antes, su billete hacia la salvación.

El agua examinará el césped de Montilivi

Las previsiones meteorológicas pronostican lluvia intensa sobre Montilivi antes y durante el partido. Nada nuevo en Girona, por otra parte. En la mayoría de encuentros en los que ha ejercido de local ha habido tarde de paraguas. El conjunto rojiblanco ha salido bastante bien parado siempre que ha jugado sobre mojado, pero no así su campo, que ha sido utilizado lo estrictamente necesario durante todo el invierno para no perjudicar más una superfície que descansa sobre el mismo drenaje que se implantó en el año 1971. Mucho tendría que llover para que volviera a convertirse en un lodazal pero, por si acaso, esta semana se ha cortado el césped y se han arado unos pequeños surcos para mejorar en lo posible el drenaje del terreno. -R. Muxach