Liga de Campeones | Liverpool 1 - Chelsea 3
El Chelsea pone pie y medio en semifinales
El Chelsea fue superior al Liverpool en todo el encuentro. Los de Benítez, irreconocibles, sólo se aprovecharon de un error defensivo en los primeros minutos. Torres adelantó a los 'reds'. Ivanovic, dos veces, y Drogba dieron la vuelta al marcador.
Se estrenaba Hiddink en este nuevo clásico de Champions, y quiso ser fiel a su estilo. En su intento de afrontar el encuentro dejando su sello, optó por dejar en el banco a Mikel para dar entrada a Malouda, y colocó en el once titular a Kalou en lugar de Nicolas Anelka. La ausencia del francés fue lo más llamativo, dado que es el máximo anotador de los londinenses en lo que va de temporada. En el Liverpool, por su parte, ninguna sorpresa. Once de gala y a hacer lo de siempre. La fusión del equipo con Anfield debería hacer el resto.
Y el comienzo no pudo ser mejor para los de Benítez. Antes de que al Chelsea le diera tiempo siquiera a poner el marcha el plan Hiddink, esto es, llevar el peso del encuentro para no perecer ante el empuje 'red', un fallo en cadena de la zaga visitante dio la ocasión a Torres, a pase de Arbeloa, de adelantar a los locales. 'The Kop' enloquecía y la mayoría pensábamos lo mismo, o el Chelsea reaccionaba o a este paso la eliminatoria terminaría antes de lo esperado.
Pero el choque cambió radicalmente a raíz del tanto. El Liverpool no tuvo la ambición de otros encuentros, se contentó con esperar al Chelsea, entregándole la posesión y aguardando el fallo del rival. Tan permisivo fue el conjunto local que el Chelsea se adueñó del encuentro casi de inmediato. De hecho, Cech no volvió a tener trabajo hasta pasada la media hora de juego. Demasiado poco para Anfield. Fue en un tiro de Arbeloa, de lo mejor de la primera parte en su duelo con Malouda. Pero antes de eso tuvo el Chelsea ocasiones hasta para dar la vuelta al marcador. Las más claras en las botas de Drogba, al que pudo la ansiedad por marcar. En la primera de ellas estrelló el balón contra Reina, y en la segunda lo envió por encima del marco teniendo todo a su favor.
El ariete marfileño no necesita ni siquiera un buen surtidor de balones, labor que hoy no estaban realizando demasiado bien ni Lampard ni Ballack. Él sólo es capaz de crearse las ocasiones de la nada, aunque hoy le estaba faltando la sangre fría que le caracteriza. Al final, tanto fue el cántaro a la fuente que se rompió en un córner, donde nunca se espera que el estudiadísimo equipo de Benítez falle. El lateral Ivanovic se adelanta a Xabi y sorprende a un Reina que se había quedado a media salida.
El Chelsea asesta el golpe de gracia
El comienzo de la segunda mitad fue dejando de manifiesto que definitivamente el Liverpool no era el de otros días. Nada le salía a los de Benítez, con un Gerrard que apenas tenía protagonismo, perdido entre la dupla Ballack-Essien, y un Torres demasido aislado en la punta de ataque. Xabi Alonso apenas encontraba opciones de pase por la falta de movilidad de Riera y Kuyt, desapercibidos tras la reanudación.
Hiddink estaba ganando la partida en lo táctico, y se olía que pronto tomaría ventaja también en el marcador. No lo había hecho aún por el mal día de Drogba, soprendentemente fallón. Tuvo el ariete de nuevo el tanto en sus botas, pero tras una exhibición de potencia, su remate mordido fue sacado bajo palos por Carragher.
Era cuestión de tiempo, y finalmente llegó la debacle local. En un intervalo de cinco minutos el Chelsea rompió el encuentro, pero l que más debió doler en Anfield fue la impotencia de su equipo, desconocido, justo en la noche que más se esperaba de ellos. Minuto 65, otra vez en un córner, otra vez Ivanovic, otro fallo defensivo, y el segundo subía al marcador. Esta vez era Gerrard el que perdía de vista a su par para desesperación de Reina. Poco después, en el 67, una cabalgada de Malouda, que arranca en posición dudosa, culmina en un gran centro del francés que Drogba manda, al fin, al fondo de la portería de Reina. Demasiado había perdonado el africano, que siempre aparece en los momentos clave.
Benítez, con la correspondiente cara de circunstancias en el banquillo, dio entrada a Benayoun, y posteriormente a Dossena por Fabio Aurelio. Desastroso el partido del brasileño. Pero hoy ni todos los cambios del mundo hubieran arreglado el desaguisado. Para colmo tardó mucho le madrileño en meter un acompañante para Torres. Nada menos que en el minuto 80 tuvo su oportunidad Babel. Incomprensible teniendo en cuenta lo abultado del resultado.
En cualquier caso, poco se podía hacer ya. El Liverpool era una sombra de si mismo, y Benítez lo sabía. Nadie se esperaba una derrota tan clara en su santuario de los 'reds', pero mucho menos la imagen que estaban dando sus jugadores, sin ambición, sin capacidad de reacción alguna, atacando por la pura obligación de hacerlo, pero sin convicción. La eliminatoria queda casi imposible. Para la esperanza, encuentros como el de Manchester. El Chelsea tendrá que hacerlo muy mal para no estar en semifinales, previsiblemente ante el Barcelona. Que tome nota Guardiola de lo ocurrido esta noche.