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Liga BBVA | Barcelona

Etoo iguala su récord y apunta a Bota de Oro

Suma 26, como en 2006, y le saca tres puntos a Janko

F. Ortiz
<b>UNO MÁS. </b>Samuel Etoo toca de derecha, por encima de Asenjo, para marcar el 0-1 en Valladolid.
jonathan gonzález

Cuatro en la ida al Valladolid, un hat-trick al Almería, seis dobletes (al Betis, dos veces, y a Atlético, Depor, Sporting y Málaga), más su sello individual ante otro ramillete de rivales. Y así, hasta 26. Samuel Etoo suma tantos goles como consiguió en la temporada 2005-06, cuando se alzó con el Pichichi, además de los títulos de Liga y Champions League. Faltan todavía nueve jornadas por disputar, lo que sitúa al africano no sólo en clara disposición de repetir como máximo goleador de España, sino también de aspirar a su primera Bota de Oro, competición en la que lidera la clasificación.

Los 26 tantos de Etoo valen 52 puntos en la lucha por la Bota de Oro, ya que los goles marcados en España, Inglaterra, Italia, Alemania y Francia tienen un valor doble a esos efectos. Es por eso que su perseguidor más directo, el austriaco Marc Janko (Salzburgo), no supera a Etoo a pesar de haber firmado 33 tantos: sus goles, en la Liga austríaca, se multiplican por 1,5, lo que deja su puntuación en 49,5.

Villa, tercero. Villa hizo ayer dos goles, de penalti, y pelea por la Bota de Oro. Forlán y el brasileño Grafite (Wolfsburgo), que también marcaron, fueron capaces de aguantar el tirón de Etoo. El camerunés marcó en Valladolid (0-1), Forlán enjugó mínimamente la goleada que sufrió el Atlético ante Osasuna (2-4) y Grafite sumó en la paliza al Bayern (5-1). Ni Janko, ni Ibrahimovic (Inter), ni Messi, ni Di Vaio (Bolonia) golearon.

Gritos en Pucela, un día de asueto y regreso al Camp Nou

La victoria del Barcelona en Valladolid se celebró dentro y fuera del vestuario como si se hubiese tratado de una final; cosas de la tensión competitiva. El vestuario que el Barça ocupaba en Pucela se llenó de gritos de alegría después de un partido trabajado, nada brillante, del equipo de Pep Guardiola. Algunos de esos gritos ya hablaban del título, palabra tabú hasta hace poco en el vestuario blaugrana, reemplazada por otra que seduce más que ninguna al entrenador: trabajo. La vuelta a Barcelona fue menos festiva, porque en público hay que guardar las formas. La plantilla gozó ayer de un día de asueto, y volverá a entrenarse esta tarde, a las seis, pero no en la Ciudad Deportiva, sino en el Camp Nou: Guardiola no quiere que nadie vea cómo esperará al Bayern Munich.