Los errores arbitrales retrasan la salvación del equipo azulgrana

A pesar de ser reacio a pronunciarse sobre la labor arbitral, que reconoció como "difícil", Antonio Calderón manifestó en Córdoba su preocupación: "Independientemente de estos dos últimos partidos, pienso que al Huesca es muy fácil pitarle todas estas cosas. Viene ocurriendo durante toda la campaña, pero como el equipo, a pesar de ello, sigue adelante y consigue resultados, lo minimizamos. Pero es verdad que muchas decisiones nos están afectando".

Y es que el Huesca ha salido muy perjudicado globalmente por la actuación arbitral en los 31 partidos del campeonato. Si se miran las circunstancias donde haya sido favorecido, apenas se recuerda alguna, pero los errores arbitrales ante Córdoba, Salamanca o Tenerife en el Heliodoro, por poner algunos ejemplos, han privado al conjunto altoaragonés de varios puntos que, a estas alturas, ya habrían certificado la permanencia y que le mantendrían en la pugna por conquistar los lugares más altos de la tabla con 50 puntos.

Sin ir más lejos, se vivió una auténtica semana de presión desde la capital cordobesa arengando sobre el "anticaserismo" de Amoedo Chas, que en el césped del Arcángel resultó decisivo para la suerte del partido por la injusta expulsión de Eduardo, al que además despidió con un trato chulesco y provocador, una actitud que mantuvo desde el inicio del encuentro.

La circunstancia de que el Huesca es un club humilde y recién ascendido parece un salvoconducto para los errores en su contra, a pesar de lo cual el Huesca se mantiene muy dignamente en la mitad de la tabla, con la vitola bien ganada de equipo revelación.